Revuelo en sa Calatrava por un gato atrapado en el convento de las Jerónimas

Mientras Cort ha colocado jaulas trampa para capturarlo y los vecinos suplican entrar al monasterio, el animal lleva nueve días "llorando todas las noches"

Revuelo en sa Calatrava por un gato atrapado en el convento de las Jerónimas

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

"Llevamos nueve días escuchándolo maullar, pero no podemos entrar a rescatarlo". Son palabras de Cristina Ríos, una de los tantos vecinos de sa Calatrava preocupados por socorrer al gato que ha quedado atrapado en el convento de Jerónimas.

El felino, de nombre Accattone, fue rescatado de la calle hace aproximadamente tres años. Su dueña, una veterinaria del barrio, tuvo que darlo en acogida temporal por problemas de convivencia con el resto de sus mascotas. Le dio cobijo entonces otra vecina de la zona, quien lo acogió como uno más en casa. Por su difícil historia y su carácter, es muy querido entre los que conforman la asociación Moixos Calatrava, que se encarga de atender a los numerosos ejemplares que rondan por el barrio.

Imagen del felino en la casa de acogida.

Imagen del felino en su casa de acogida. / DM

Sin embargo, aunque la historia parecía merecer un final feliz, se ha complicado. El gato Accattone se escapó de casa el pasado miércoles, 19 de abril, por la noche. Lo encontraron al día siguiente dentro del convento de las Jerónimas, cuyo techo colinda con su vivienda. El monasterio de Sant Jeroni está actualmente deshabitado; desde que la congregación se trasladó a Inca, el único morador es un hombre que se dedica a cuidar y mantener el inmueble.

Es por eso que los vecinos de sa Calatrava pensaron que lo tendrían fácil para acceder al monasterio y buscar a Accattone. Nada más lejos de la realidad. El ahora responsable de Sant Jeroni permitió entrar a una sola vecina, la mujer que lo tiene en acogida, durante unos minutos y desprovista de todas sus pertenencias, según explica Ríos a este diario, a petición de la madre superiora de las Jerónimas. Pasados unos minutos, al ver que el gato no aparecía, el hombre le conminó a marcharse, cerró el inmueble a cal y canto y anunció que no entraría nadie más.

"Hemos suplicado volver, pero no nos dejan"

"Le hemos suplicado volver con comida y premios para atraer al gato y sacarlo de ahí. Pero no nos dejan entrar de ninguna manera", lamenta Ríos, que está en permanente contacto con la dueña del animal y la mujer que lo tiene en acogida. Han pedido ayuda a la Policía Local, al policía de barrio, al departamento de Bienestar Animal de Cort, al Seprona de la Guardia Civil, a la abogada de la congregación e incluso a la Policía Nacional: "El resultado es que el gato sigue atrapado, lo escuchamos llorando todas las noches y no podemos hacer nada". "Después de tantos días ya no sabemos si está bien", añade.

Accattone es un gato muy querido en el barrio.

Accattone es un gato muy querido en el barrio. / DM

Por su parte, fuentes de la concejalía de Bienestar Animal del ayuntamiento de Palma consultadas por este diario han explicado que los técnicos del departamento han distribuido distintas jaulas trampa con comida por la finca para capturar al gato. Una vez se haya recuperado, se devolverá a sus dueños; cabe recordar que el animal tiene microchip y está registrado con el nombre de su dueña, vecina de sa Calatrava. Por estos motivos, desde la concejalía instan a los vecinos de la zona a que dejen de darle de comer, para que el apetito le lleve a las trampas colocadas.

Sin embargo, los responsables de Moixos Calatrava creen que esta solución no es suficiente y recuerdan que pasan los días y el gato está desatendido mientras continúa en el convento. "Si entra en una de las jaulas, ¿quién se hace cargo si en ese momento no hay nadie?", han escrito en una publicación en las redes sociales, en la que explican el conflicto con el convento y que ya acumula centenares de interacciones.