El futuro Paseo Marítimo divide a vecinos, negocios y conductores

Elogios al previsto incremento de espacio para peatones y al atractivo que ganará la zona, y críticas a la pérdida de aparcamientos: «Las viviendas se revalorizarán mucho más»

VÍDEO | Reforma del Paseo Marítimo de Palma: opiniones divididas entre vecinos, comerciantes y conductores

Bernardo Arzayus

Almudena Luque

La opinión de residentes, comerciantes y conductores está dividida ante la reforma del Paseo Marítimo, ya en ejecución. El proyecto, que reducirá entre tres y cuatro carriles por sentido a dos con el objetivo de aumentar el espacio para los peatones, seduce más a los residentes que a los conductores, y deja dudas a los empresarios de la zona.

Gema Panaders, que pasea habitualmente por esta vía, explica que para ella esta reforma es «necesaria», ya que hay varias zonas con el «pavimento deteriorado». Además, señala que «así habrá más amplitud a la hora de pasear y eso hará que no estemos tan mezclados los ciclistas y patinetes con las personas que vamos caminando».

Luca Borsani, director de la inmobiliaria Engel & Völkers, cree que el hecho de que haya menos tráfico es un «beneficio para los vecinos del paseo porque será más tranquilo y tendrá más verde». Desde el punto de vista empresarial, considera que con este proyecto se «revalorizarán mucho más» todas las viviendas que están en el Paseo Marítimo, lo que supondrá «un plus» para el negocio.

Inicio de los trabajos de reforma del Paseo Marítimo.

Inicio de los trabajos de reforma del Paseo Marítimo. / Bernardo Arzayus

Por otro lado, la supresión de plazas de aparcamiento es el asunto más polémico del proyecto. Ivascu Marián, peluquero de un local de la zona, y Nahuel Nicolas D’Errico, trabajador del recinto de ocio nocturno Social Club Mallorca, comparten la idea de que «la decisión tomada por el Ayuntamiento supondrá la eliminación de una cantidad indigente de estacionamiento» y se sienten perjudicados.

Asimismo d’Errico señala que «la idea de quitar la discoteca, cuya estructura se remonta a 1952, será un mazazo para el empleo de la zona y le quitará vida al paseo». A pesar de ello, ambos admiten que mejorará la estética y la limpieza de esta vía, y que será «más atractiva» a ojos de ciudadanos y turistas.

Las obras se prolongarán durante veinte meses.

Las obras se prolongarán durante veinte meses. / Bernardo Arzayus

«Más visibilidad»

Otros empresarios ven esta obra como un factor positivo para sus negocios. El mánager del Hard Rock Mallorca, Roberto Hernández, considera que, al hacer el paseo más peatonal, «se le dará más visibilidad al restaurante, por lo que probablemente entrará más gente». El aumento del tránsito de peatones por esta calle no solo será de residentes, sino también de nuevos visitantes, por lo que Hernández estima que «el turismo en esta zona crecerá».

La opinión entre los que están detrás del volante es tajante. La mayoría se posiciona en contra de la reducción de los carriles que prevé el proyecto que se está llevando a cabo. Dentro de su vehículo particular, Pablo Mayans deja ver su descontento hacia las obras del paseo. «Con esta reforma van a quitar mil y pico de aparcamientos y con el tranvía quieren quitar dos mil más. No sé qué fobia le tienen a los coches, pero no se dan cuenta de que así no tendremos un lugar donde aparcar para ir a los restaurantes y bares de la zona», argumenta Mayans.

De igual forma rechaza que además de aparcamientos, se vayan a reducir carriles de circulación. «En lugar de ir hacia delante, vamos hacia atrás», zanja Mayans.

Un motorista expresa su preocupación porque considera que la movilidad en Palma se verá afectada. «La ciudad ya está bastante atascada y cada vez están agravando más la situación». Este crítico con el proyecto de reforma lamenta que « tantas obras han perjudicado el aparcamiento y han dificultado la fluidez del tráfico».

Los transportistas consideran que la reforma condicionará su trabajo y muestran especial inquietud por la reducción de carriles. Andrés Casteñada, repartidor de Glovo, opina que habrá un efecto en su desempeño porque «es posible que se generen conflictos por tener retrasos a la hora de entregar los pedidos».

Del mismo modo, el taxista Joan Nicolau muestra su preocupación por la próxima temporada alta de verano ya que «si ya está siendo un poco caótico, con la llegada de los turistas habrá una acumulación de coches de residentes y de alquiler y no podremos ni circular».

Algunos no saben qué postura adoptar. Es el caso de Adrián López, que opina que a la hora de quitar carriles «habrá menos coches y, por lo tanto, menos contaminación». Sin embargo, señala que la reforma provocará que «transportar carga del puerto y desplazarse en vehículo será más tedioso».