Una placa recuerda a los docentes depurados por el franquismo en Palma

El ayuntamiento de Palma homenajeó ayer a los docentes depurados por el franquismo al colocar una placa en la plaza del Tubo, dedicada a un centenar de profesores que fueron víctimas de las «comisiones depuradoras» en la educación, creadas durante la Guerra Civil.

En la placa figuran los nombres de un centenar de maestros, profesores y cuatro inspectores que en 1936 tenía plaza en centros educativos de Palma.

El alcalde de Palma, José Hila, y el concejal de Educación y Política Lingüística, Llorenç Carrió, encabezaron el acto, al que asistió el conseller de Educación, Martí March. También participó la nieta del concejal y profesor Docmael López, Marisa López; el historiador y profesor del IES Ramon Llull, Biel Alomar; y el maestro e inspector Pere Carrió, además de representantes sindicales.

El alcalde abogó por «poner en valor el trabajo» de estos profesionales de la educación y las consecuencias que tuvo para sus vidas. Hila señaló la educación como principal herramienta de libertad de la ciudadanía.

Según el concejal Carrió, «el prestigio dentro y fuera de Mallorca y el reconocimiento social de los profesores e inspectores hacía que fueran especialmente detestados por los depuradores», afirmó. Y remarcó que la placa con los nombres de docentes represaliados es «testigo y reconocimiento del gran compromiso de las nuevas corrientes pedagógicas» de la República.

Cort ha elegido la plaza del Tubo para colocar la placa por ser donde coincidieron centros como la Escola Normal y las escuelas de Comercio y de Artes y Oficios, en los que numerosos docentes fueron depurados, y porque estaban cerca del conservatorio y la Escola de Treball.

Además, fue en esta zona de Palma donde se ubicaron las comisiones depuradoras y los tribunales sumarísimos durante la Guerra Civil.

El próximo día 24 Pere Carrió presentará un libro sobre los maestros depurados en Palma durante la Guerra Civil.