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Cort retrasa al otoño la aprobación inicial del nuevo Plan General de Urbanismo

La concejalía de Modelo de Ciudad, dirigida por Neus Truyol, mantiene su aprobación definitiva para este mandato y quita importancia al nuevo aplazamiento, ya que es de tan solo unos meses en relación a la última fecha prevista

Neus Truyol.

Otoño de 2021. Es la nueva fecha que baraja la concejalía de Modelo de Ciudad del Ayuntamiento de Palma para la aprobación inicial del nuevo Plan Generral de Ordenación (PGOU) de Palma, un documento que definirá el desarrollo de la ciudad para los próximos 20 años.

Cuando en julio de 2020, en plena pandemia provocada por la covid-19, ahora hace un año, se presentó la propuesta inicial del nuevo planeamiento, se preveía que esta aprobación inicial se produciría a lo largo «del primer cuatrimestre de 2021».

Es evidente que esta previsión no se ha cumplido, puesto superados los cuatro primeros meses del presente año ni siquiera la comisión balear de Medio Ambiente se ha pronunciado aún sobre la propuesta municipal, un paso imprescindible para que se pueda continuar con la tramitación.

Tal como explica la teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, en distintas comparecencias que ha realizado ante entidades y representantes vecinales con motivo del segundo aniversario de la celebración de las elecciones municipales, la nueva fecha para la aprobación inicial de este documento complejo es «en otoño», sin especificar mes. En cualquier caso se pretende cumplimentar este trámite necesario antes de finalizar el presente año. Truyol explica que en estos momentos se está revisando la distinta documentación que debe acompañar esta aprobación inicial por parte del pleno del Ayuntamiento de Palma.

Una vez aprobado inicialmente el plan, y tras su publicación en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB), se abrirá un periodo de exposición al público de 45 días para la presentación de alegaciones por parte tanto de particulares como de entidades y empresas.

La nueva propuesta urbanística aumenta en 212 hectáreas el suelo rústico protegido y desclasifica 174 de actuales urbanizables. | AJUNTAMENT

Según Truyol, su departamento aprovechará estos aproximadamente dos meses de exposición pública para informar a los distintos colectivos sobre el contenido de la nueva propuesta, ya que «se trata de una norma muy compleja que queremos traducir al lenguaje ciudadano». Por ello, desde Modelo de Ciudad se pretende «trabajar con los distritos, con el fin de explicar a la ciudadanía en general lo que implica la nueva norma y qué se prevé para cada zona en cuanto a equipamientos y otros servicios», entre otras cuestiones.

También se realizarán actos con el sector empresarial, turístico, de servicios y con las distintos organismos que deben informar. Todo ello para que se pueda aprobar definitivamente por el pleno del Ayuntamiento en el primer trimestre de 2023.

Hacia una «ciudad compacta, compleja, continua y descentralizada»

La propuesta del nuevo planeamiento urbano para los próximos 20 años por lo que respecta al territorio y al urbanismo prevé la consecución de una ciudad compacta, que cuente con una densidad de población media en torno a 40 y 70 habitantes por hectárea; compleja, en la que se mezclen los usos con el fin de evitar guetos, y continua, con el fin de que tenga relación directa con su entorno natural más inmediato.

En el modelo que se propone no existe una única centralidad, como en la ciudad actual, sino que se pretende «equilibrar» las desigualdades entre zonas y frenar la segregación con el fin de fomentar una ciudad «sostenible, cohesionada socialmente y medioambientalmente integrada».

Lo anterior supone, entre otras medidas, la reducción del consumo de territorio, buscar la eficiencia en el uso de los recursos naturales y disminuir la presión de los sistemas urbanos sobre el territorio, según Modelo de Ciudad.

La propuesta desclasifica 174 hectáreas de suelo urbanizable, a los que se añaden otras 50 de «falsos urbanos». Entre el suelo urbanizable que pasa a rústico se incluyen Son Gual, Génova, Puntiró y Son Garcies Vell.

Tal como se explicó en la presentación de la propuesta, en todos los casos se trata de zonas con una densidad de población prevista muy baja, con una localización aislada y que afectan negativamente a valores medioambientales o paisajísticos y en algunos casos por haber renunciado al desarrollo urbanístico. En el área litoral de es Carnatge se desclasifican 1,35 hectáreas para ser renaturalizadas.

En cuanto a la vivienda, se prevé la construcción de 53.218 nuevas viviendas, que son las que va a necesitar la ciudad para cubrir el crecimiento previsto de población de 66.892 personas hasta 2040. De ellas, solo 9.554 se van a desarrollar en los nuevos suelos urbanizables.

Para cubrir el resto de la demanda se utilizará el suelo vacío o liberado (21.235 viviendas); el suelo urbano vacante, ineficiente o de transformación (19.611 viviendas) y otras 2.818 unidades de alojamiento se situarán en equipamientos dotacionales o en suelos calificados como residenciales comunitarios.

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