El pasado enero, el Ayuntamiento anunciaba quelas obras del anunciado como bosque urbano del canódromo entraban en la recta finaly que iban a ser recepcionadas en breve. Cuatro meses después, y a punto de cumplir tres años desde que se inició este proyecto, el parque sigue sin fecha de inauguración.
Relacionadas
La recta final para abrir este espacio verde se está haciendo eterna, mientras una sensación de abandono invade cuando se contempla este espacio. La maleza ha crecido sin control y cuesta distinguir los árboles plantados y las zonas creadas para el paseo.
El bosque urbano habrá costado 1,1 millones de euros y era el proyecto estrella de la anterior legislatura. Sin embargo, las obras, que comenzaron en julio de 2018 con la previsión de que estarían finalizadas en junio de 2019, se fueron alargando. Se reforzó la cimentación del muro perimetral, se mejoró la seguridad del muro de contención de la calle Carles I y el aglomerado de la pista de atletismo. También se aumentó la seguridad del muro que da al cauce de sa Riera. Cuando llegaba la fecha anunciada para su apertura, el Ayuntamiento aplazó la inauguración a septiembre de 2019.
El hallazgo de un nuevo ramal de la acequia de la Font de la Vila obligó a modificar el proyecto y a retrasarlo de nuevo. Posteriormente, arreglos en tema de accesibilidad y otros trámites fueron alargando su finalización.
Mientras, el vandalismo hizo mella en el mobiliario urbano aún sin estrenar.