Los operarios siguen trabajando en el parque del Canódromo, junto a sa Riera, que acumula ya más de un año de retraso sobre la segunda fecha de inauguración que el Ayuntamiento de Palma había anunciado.    El pasado verano, tras un largo parón en las obras, el parque se convirtió en punto de reunión para botellones y objeto de los grafiteros, que pintaron el mobiliario urbano sin estrenar. La que debe ser una zona verde de Palma quedó invadida de hierbajos y presentaba una imagen de abandono que ahora se está corrigiendo.    El parque del Canódromo fue anunciado como el proyecto estrella de Cort durante la pasada legislatura, pero modificaciones del proyecto, como el hallazgo de un nuevo ramal de la acequia de la Font de la Vila, provocaron su retraso.   Tras reanudar las obras, el pasado verano, el Ayuntamiento alegó que la demora se debía a que estaban «pendientes de un trámite de Hacienda», indicaron desde la concejalía de Modelo de Ciudad.

Dan los últimos retoques al parque del Canódromo