Graciela Castro vive en la calle Sant Cristòfol en sa Calatrava. Enfrente del hotel Es Príncep, abierto el año pasado. Explica que "desde su apertura, ha habido incidencias provocadas por los servicios de carga y descarga de furgonetas y camiones que reparten productos al hotel y bloquean la calle". "Somos muchos los residentes que ya no aparcamos -de noche les está permitido en la plaza de Santa Fe- por temor a encontrarnos bloqueada la salida como ha pasado muchas veces". No son las únicas molestias.

Enseña fotos que muestran una hilera de la calle llena de bolsas con residuos y con papel. "Pueden sacarla dos veces al día, en conformidad con el sistema de Emaya, pero ¿cuántas horas pueden estar en la calle?", se pregunta Castro.

"Nosotros planteamos a la empresa pública de limpieza un cambio en el sistema porque no se pueden aplicar los mismos criterios a un comercio pequeño que a un hotel con más de setenta habitaciones como es el caso de este hotel de cinco estrellas", expresa Edita Navarro.

Ella representa a la Asociación de Vecinos de sa Calatrava que ha denunciado esta situación tanto al Ayuntamiento como a Emaya. Tienen pendiente una reunión con ellos.

"Nadie pensó, aunque los vecinos ya lo pedimos en su momento, que estos establecimientos hoteleros, que además cuentan con restaurante, tuvieran un sistema de recogida de basuras propio", añade Navarro.

A juicio de la presidenta vecinal, "se están apropiando de las calles que son públicas, no de uso privado como está haciendo Es Príncep".

Ruidos, servicios nocturnos

Otra de las molestias que padecen los vecinos del hotel son los ruidos ocasionados por la carga y descarga de botellas y la de la lavandería que "sale siempre por la calle de Sant Cristòfol"; en verano "hasta dos veces al día, incluso alguna vez a las 22 horas, produciendo mucho ruido".

Graciela cuenta que son dos ya los vecinos que viven en la misma calle que "se han cambiado de casa, cansados por las molestias; una de ellas era una señora de unos sesenta años que nos dijo que se iba por este motivo".

El hotel tiene dispuesta la puerta de servicio en la calle de Sant Cristòfol pero lo que no entienden los residentes es que "existen sistemas, como poner un timbre interior, que solo escuchan desde dentro, y que evitaría molestias a los vecinos".

Los afectados han hablado con la dirección del hotel que ha puesto remedio a otras quejas. "Han dejado de limpiar contenedores de basura en medio de la calle tras denunciar dos incidencias a Emaya; también tiraban el agua sucia del fregado a la vía pública. Les envié fotos a Emaya y he conseguido que dejen de hacerlo". "Tienen disposición a hablar, ¡pero ahí estamos!", concluye la vecina.

"Han entrado como un elefante en una cacharrería. Se han apropiado de la calle como su zona de servicios y han olvidado que esta calle es pública", denuncia Edita Navarro.

Atascos, camiones en la muralla

"Se están generando problemas circulatorios con el paso de camiones de refrescos, comida, etcétera, que circulan por la muralla y bajan hasta la plaza que lleva a la calle Portella. Hemos informado a Joan Ferrer, regidor de Movilidad, para pedirle que solucionase este problema. Dijo que no podían circular por esta zona", narra la presidenta de la asociación de sa Calatrava.

Los vecinos temen que la situación no llegue a arreglarse. "Estamos en elecciones y si te miras los programas, son tan escasas las medidas para evitar la saturación turística... Es lamentable. Nadie piensa en los vecinos", se queja Edita Navarro. Con todo, "vamos a seguir luchando por nuestros derechos".