El teniente de alcalde de Modelo de Ciudad del Ayuntamiento de Palma, Antoni Noguera, reiteró ayer su propuesta de estudiar la posibilidad de que la nueva Ley de Turismo contemple la opción del alquiler vacacional de la vivienda habitual por un período máximo de dos meses al año.

Esta propuesta, similar a la que se permite en ciudades como Amsterdam, ya fue anunciada por Noguera el miércoles de la semana pasada, cuando desveló que la postura de la concejalía de Urbanismo en relación a la futura zonificación de Palma para la aplicación del alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares, será la de proponer su prohibición en toda la ciudad, afirmación que posteriormente fue matizada aclarando que la restricción sería "contundente y valiente".

Para Noguera la fórmula aplicada en Amsterdam se enmarca en el concepto de "economía colaborativa" y permite que los propietarios que lo deseen puedan obtener un suplemento económico alquilando por un período de tiempo determinado su vivienda habitual. Se trata de una fórmula que en estos momentos no se contempla en el borrador de Ley Turística aunque, según el teniente de alcalde, se podría introducir a lo largo de su tramitación. Asimismo el grupo municipal de Podemos, según su portavoz en Cort, Antònia Martín, está dispuesto también a apoyar esta posibilidad.

Por su parte, el alcalde, José Hila, no se ha pronunciado al respecto, aunque el pasado viernes, cuando desautorizó a Noguera y afirmó que el alquiler turístico de pisos no se prohibiría en toda la ciudad, afirmó que la nueva Ley regularizará el alquiler de la vivienda habitual. No obstante, no se incluye el límite de dos meses reclamado por Noguera. A petición de Airbnb, Hila y Noguera se reunieron ayer con representantes de esta plataforma de alquiler vacacional. Al término del encuentro, Ángel Mesado, responsable de políticas públicas de Airbnb en España y Portugal, afirmó que el alquiler turístico vacacional no es el causante del incremento del precio de la vivienda ni de su escasez. Una afirmación que ha sido desmentida por el Ayuntamiento de Palma.

En concreto, Airbnb afirma que "el 75% de los anfitriones de Palma que se anuncian en su plataforma tiene solo un anuncio y alquilan por menos de 60 días al mes". Por el contrario, según los datos de Cort y sobre la plataforma, "el 60% de los anfitriones gestionan más de 2 viviendas turísticas", lo que para el Ayuntamiento "demuestra que no se trata de economía doméstica, sino de un negocio".

Además, recordaron que "quince anfitriones controlan el 10% de las viviendas turísticas de Palma". En el caso del Centro Histórico, "solo siete controlan el 15% de las viviendas y en Santa Catalina, cuatro tienen el 11% de la oferta".

En relación al incremento de precios, los datos demuestran que el aumento de oferta de viviendas turísticas coincide con la carestía del alquiler y la despoblación de los barrios con más presión turística", afirman desde Cort.