Cort dice que pretende retirar licencias para la conducción de galeras con el objetivo de crear "un servicio de élite", según dijo el concejal de Movilidad, Carlos Veramendi, cuando anunció la propuesta. La idea municipal consiste en ofrecer 30.000 euros a los conductores de los coches de caballos para que dejen el oficio. La aprobarán en el pleno del jueves.

Sin embargo, a los afectados -que pueden acogerse a esta propuesta voluntariamente- les parece que así no se consigue ningún servicio de élite. "Si quieren eso, que nos den los 30.000 euros para mejorar las galeras y tener los caballos en buenas cuadras", reclama el conductor Basilio Vargas. En otras ciudades con este servicio turístico, "los ayuntamientos dan subvenciones, como ocurre en Sevilla, Chiclana, Málaga, Benalmádena y Córdoba", tal como enumera. En cambio, "aquí sólo dan dinero para quitar puestos de trabajo", lamenta.

En la parada de galeras situada junto a la Catedral también se encontraba ayer Juan Antonio Vargas, que esperaba, como los demás, a que algún grupo de turistas quisiera visitar el casco antiguo en el tradicional vehículo. Sabe que varios de sus compañeros se acogerán a la oferta del consistorio, sobre todo "los que acaban de jubilarse y van a cobrar una pensión", detalla. A los demás no les sale rentable, "porque ese dinero no te soluciona la vida y tienes que buscar otro trabajo. Y a mí, con mi edad, ¿quién me va a querer como albañil o como cualquier otra cosa?", dice Juan Antonio. "Creo que el doble sí sería una buena oferta", concluye.

Manuel también está de acuerdo en que "ese dinero no es suficiente", por lo que "sólo interesará a quienes tengan pensado jubilarse pronto". El regidor de Movilidad calcula que una decena de adjudicatarios de licencias de galeras están dispuestos a retirarse, del medio centenar existente.

En la calle Conqueridor hay una parada para varias galeras de caballos. Una de ellas es conducida por Melchor Riera. Opina lo mismo que sus compañeros de trabajo, que "con eso no basta para vivir". Junto a su vehículo, se encuentra la parada del autobús turístico. "Esto sí que nos ha hecho mucho daño -asegura-, debido a que antes no teníamos ninguna competencia. Ahora los turistas pueden elegir entre nosotros o el autobús turístico, que te permite subir durante todo el día, aunque no te pasea por el casco antiguo", explica.

Una veintena de galeras tiene su parada en la Catedral y otras tantas comienzan sus itinerarios partiendo de la Playa de Palma. La competencia entre los coches de caballos y el bus turístico se da en el centro de la ciudad.

Hay conductores que sospechan que la propuesta del consistorio para recuperar licencias esconde eliminar un poco de competencia al bus turístico, ya que se trata de un servicio municipal, tal como argumentan algunos.

Antonio Vargas desconoce cuál es la razón del Ayuntamiento, pero tiene clara una cosa: "si quieren quitarlas, que nos den más dinero para emprender una nueva vida, porque un padre de familia con una hipoteca, dos hijos y sin otro oficio no puede arriesgarse", tal como resume sobre su situación particular. Ha hecho cálculos: "si, por ejemplo, comprase una furgoneta para dedicarme a la venta ambulante, no me bastaría, porque a ver qué vendo".

Como casi nadie se retirará del oficio, seguirán ´vendiendo´ a los turistas un agradable paseo por el casco antiguo.