Restricción de móviles en las escuelas

Daniel Perelló Matheu

Estos días aparece con frecuencia la noticia de la estricta prohibición del uso del teléfono móvil en las escuelas e institutos. Creo que es una cuestión que no viene de ahora, sino que los diferentes IES y CEIPs, dentro de su grado de autonomía, ya llevan tiempo trabajando en ello. Sin embargo, lo que sorprende a quien suscribe es que se focalice la responsabilidad de la medida en los centros educativos. Las cuentas no me salen: el tiempo que pasa el alumnado en dichos centros es inferior al que pasan fuera de ellos, por lo que el tiempo que el susodicho puede hacer uso del dispositivo fuera del horario lectivo supera, con creces, al que pudiera hacer en los mismos.

No niego la influencia de los teléfonos móviles en las nuevas generaciones, pero achacar toda la responsabilidad a una sola parte de la comunidad educativa me parece fuera de lugar. Es en las propias familias donde debe empezarse por regular ese uso. Acompañados, sí, por una misma línea en los centros educativos.

Creo que los centros educativos merecen mayor atención en otros aspectos, muchos, como, por ejemplo, la falta de espacio, cada vez más evidente, debido al incremento poblacional (no confundir con el menor número de nacimientos en las islas).