Opinión | en aquel tiempo

De la piel a las entrañas

Jorge Dezcallar en la presentación de su libro ‘El fin de una era. Ucrania: la guerra que lo acelera todo’

Jorge Dezcallar en la presentación de su libro ‘El fin de una era. Ucrania: la guerra que lo acelera todo’ / Manu Mielniezuk

La pasión por los textos que intentan reflejar y opinar sobre la realidad en que estamos inmersos, entre otras razones, me ha llevado a leer varias obras, de autores muy diferentes, editadas entre 2022 y el presente 2024. Todas ellas vinculadas a los más relevantes procesos que nos obligan y que nos deciden, puede que sin darnos cuenta precisa, lo que es un grave error. Es preciso saber dónde nos jugamos nuestras vidas, quiénes nos las determinan y, en consecuencia, cuál debiera ser nuestra respuesta personal y colectiva. Claro está que se trata de una casi obsesión personal,pero espero que algunos lectores la compartan. Y sin más, paso a presentarles cinco textos leídos y masticados en los años antes indicados que, como es lógico, les recomiendo con justificado interés. Ojalá haya suerte.

Los dos primeros tienen el mismo autor: nuestro conocido diplomático Jorge Dezcallar, compañero en estas páginas. En 2022, redactaba Abrazar el mundo: Geopolítica, hacia dónde vamos (La Esfera de los Libros), , donde echaba una ojeada muy completa y con conocimiento de causa, al conjunto de los más relevantes problemas planetarios, con una insistencia llamativa en el despertar de China y Rusia, en la confrontación y relación entre problemas globales y problemas locales, unas reflexiones finales sobre el COVID-19, que matizan todo lo anterior. Tras leerlo, me sentía turbado pero a la vez perfectamente en tanta complejidad como por entonces - solo hace dos años - desconcertaba mi vida. Pero es que dos años más tarde, en este 2024, volvía a la carga con El fin de una era: Ucrania, la guerra que lo acelera todo (Esfera de los libros), donde nos analizaba el conflicto entre Ucrania y Rusia, pero desde una perspectiva diferente a la habitual: de necesaria lectura son las 29 primeras páginas, en las que nos introduce en la identidad ucraniana en relación con la identidad rusa, así mismo en la historia de las relaciones entre OTAN y Rusia, más tarde. Está lectura me ha obligado a resituar el conflicto invasivo desde coordenadas diferentes por más objetivas. Dos libros, desde mi punto de vista necesarios, junto a un tercero que en seguida analizamos.

Pedro Baños es un militar en situación de reserva, que resulta excelente especialista por sus trabajos en misiones de la UE, a la hora de análisis de conflictos actuales, y en ello se aproxima a Dezcallar, pero desde una perspectiva, además de geopolítica no menos geomilitar. Una dimensión necesaria para no perdernos el “factor ofensivo-defensivo” que conlleva el uso de los Ejércitos. Su título, La encrucijada mundial: un manual del mañana (Ariel). Retengo como de gran originalidad la segunda parte del libro, titulada “Guía para salir de las encrucijadas”, donde se produce el salto desde la mera información al ensayo humanista, rara postura en este tipo de libros, si bien reconozco que las obras de Dezcallar también tienen está inmersión humanista, que le ha llevado a transitar por la Narrativa, con auténtica sutileza. Baños nos obliga a pensar despacio, sobre todo porque induce a una «perspectiva moral» de los grandes conflictos.

El cuarto volumen, descubierto por casualidad en Literanta, mi librería de referencia, nos conduce hacia las entretelas del «fenómeno woke», que ha puesto de moda el ejercicio de la «cancelación» como una forma de radicalizar puntos de vista grupales, incluso de forma agresiva. La crítica de la autora, una muy inteligente profesora de Filosofía, Susan Neiman, radica en el hecho de que este fenómeno se ofrece como una actual reinvención de la izquierda, dado que nació en los grupos defensores de la negritud en Estados Unidos. Neiman les acusa de haber convertido el universalismo de la izquierda en una especie de «tribalismo» que, al final, puede convertirse en un remedo de las opiniones nacionalistas de la derecha radical. Se trata de una obra densa, que obliga a la meditación y a la toma de postura, pero que nos abre a una discusión teórico-práctica latente en muchas de nuestras actitudes. Su título, Izquierda ≠ woke (Debate).

Y en fin, reconozco cómo me ha fascinado la novela-documento de Leila Guerriero, periodista argentina, quien aborda el momento de la dictadura militar en su país, hacia los setenta del siglo pasado, y lo convierte en la narración, social pero intimista, de la vida de Silvia Labayru, en cuyas carnes y con una información llamativa, percibimos la dimensión personal, no sólo política, de unos años de plomo y la destrucción de una generación que simplemente deseaba recuperar la libertad, en ocasiones de forma muy violenta. Un libro apasionante, que seguramente encontrará su versión fílmica en cualquier momento. Tras las otras obras citadas, ésta de Leila Guerreiro, a la que podemos seguir en sus columnas de EL PAÍS, es una localización del «mal del mundo» personalizado en un ser humano, llevado hasta el límite. Su título, La llamada: un retrato (Anagrama).

Con estos volúmenes, conseguiremos transitar desde «la piel del mundo» a «las entrañas del mundo», abandonando el clima de vulgaridad en que muchas mediocres tecnologías nos han sumido, y lo que vendrá. Es decir, apoyándonos en estas páginas, y en otras muchas posibles, tal vez adquiramos la información necesaria para opinar en conciencia sobre los auténticos poderes mundiales y locales, de forma que podamos intervenir con solidez en la gestión pública y privada. Un cierto paseo sociológico ejercido sobre la piel del mundo, podrá dar lugar a un viaje fascinante a sus oscuras entrañas. Casi nada.

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