Opinión

Golpe al narco, tensión en Cort

La Operación Jaque Mate ha sacudido de nuevo la estructura del narcotráfico y el blanqueo de capitales a escala mundial, que tiene en Mallorca uno de sus puntos calientes. Lo expeditivo del nombre que identifica el despliegue internacional, en el que han participado cuerpos de diferentes países y aquí ha sido liderado con notable solvencia por la Guardia Civil, contrasta con la evidencia de la gran capacidad de regeneración de los clanes de la droga en todos los puntos del planeta, también en la isla, donde los grupos se reestructuraron tras el anterior gran golpe, Kabul, de la época de La Paca. Ahora su primo y archienemigo Carlos Cortés ‘El Charly’, Joaquín Fernández ‘El Prestamisata’, conocido personaje televisivo, y un largo elenco de colaboradores, además de varios miembros del clan de Pablo Campos, ‘El Pablo’, son los protagonistas locales de este nuevo capítulo de combate al narco.

Los investigadores vinculan a estos viejos conocidos, con grandes dotes de supervivencia y cartera para sufragar costosas defensas, al entramado utilizado por el cartel colombiano del Loco Barrera y al conocido como ‘clan de Los Valencianos’ en su principal ruta de abastecimiento de cocaína a Europa. La justicia dirá. La operación ha puesto al descubierto curiosidades como el sofisticado camuflaje de los pases de cocaína incrustada en enormes bloques de granito brasileño o el túnel de huida de 30 metros excavado en el búnker de El Pablo en la Soledad, donde tras la fachada de un humilde morada se esconde una lujosa mansión.

El golpe al narco ha tenido su derivada política. Sorprende que Fulgencio Coll, líder de Vox en el Ayuntamiento de Palma y uno de los referentes de la ultraderecha mallorquina, ante una operación de esta magnitud, apele a la presunción de inocencia de ‘El Charly’ y amenace con acciones legales a quienes le han afeado su proximidad al investigado, por haberlo promovido como hombre de confianza y voz autorizada para negociar el desmantelamiento y realojo de las familias del poblado de Son Banya, dada también su condición de presidente de la Federación de Gitanos de Baleares. Entra dentro de lo razonable en el ejercicio del control de la acción política, que se pregunte por esos vínculos y es de esperar que sean puntualmente aclarados, de lo contrario, se alimenta el margen de la sospecha. Su partido así lo ha trasladado a la hora de valorar la importancia de los entornos en el ‘caso Koldo’. También es conveniente que se despejen los interrogantes sobre la relación del exalcalde palmesano Joan Fageda con El Charly y su temor a que «salga a la luz» alguna actividad ilícita entre ambos, según aflora ahora en la investigación de la Guardia Civil.

El actual equipo de gobierno municipal confía en que la Federación de Gitanos de Balears no se vea salpicada por las presuntas actividades delictivas de su líder, a quien se ha recurrido en ocasiones como pacificador en reyertas violentas entre clanes familiares. La otra cara de un personaje hoy en la picota. Será tarea de todos esclarecer y acotar las responsabilidades de la operación antidroga y de la derivada política. En ningún caso, este asunto puede alimentar discursos racistas, como desgraciadamente ocurre a la hora de abordar determinados comportamientos delictivos.