Un error de cálculo

Feijóo sabe que no cuenta con una mayoría necesaria. ¿Y entonces por qué tanta insistencia?

Ángela Labordeta

Ángela Labordeta

El Partido Popular insiste en que Alberto Núñez Feijóo solicitó al Rey que le permita presentarse a la investidura para intentar ser el próximo presidente del Gobierno de España a pesar de que él sabe, sabemos todos, que no cuenta con una mayoría necesaria para salir elegido. ¿Y entonces, por qué tanta insistencia?

Es comprensible que en su aturdimiento los populares sigan aferrándose a un resultado electoral que les dio la victoria, lo que no se traduce en obtener la presidencia si los números no dan y lo que significa que aceptar la derrota es todavía mucho más complejo y doloroso, porque las expectativas creadas por el propio partido y los medios de comunicación con respecto a los resultados del 23J daban como ganador a Feijóo, muy cerca incluso de la mayoría absoluta. Pero hubo un error de cálculo y eso hizo que todo se desmoronase y la hoja de ruta ya no servía, pero había que hacer que sirviera sin aceptar la rotunda y evidente realidad.

Una novela de Jorge Edwards, El inútil de la familia, cuenta la historia de Joaquín Edwards Bello, jugador y hombre de letras; un día, con casi 65 años y con la vida más o menos resuelta, Joaquín va a los caballos y hace varias apuestas y apuesta todo y casi todo lo pierde. Le queda una única opción, un chivatazo con el nombre del caballo Forastero como ganador con el número siete. Joaquín no lo duda, está alterado y apuesta. Dice el nombre de Forastero, pero da otro número, el ocho. Es incapaz de darse cuenta del error porque se sabe ganador y sabe que su apuesta de 20.000 pesos se multiplicará por 14 y eso, en ese instante, le parece la salvación. Forastero gana, pero nuestro hombre no puso el número siete que era el que correspondía a Forastero, sino el 8 por no haber sabido escuchar y no pausar la emoción ante el chivatazo. «Aquel día todos supieron que esa mañana en el hipódromo de Chile fue el comienzo del fin de Joaquín Edwards Bello».

No le deseo lo mismo a Núñez Feijóo, ni mucho menos, aun sabiendo cómo son los partidos políticos que no dudan en morder en la yugular cuando la debilidad ataca a los líderes. En el caso de Feijóo no hay debilidad porque obtuvo un magnífico resultado tanto en las generales como en las autonómicas y municipales, y sin embargo parece empeñado en mostrar su debilidad, quizá otros quieren que la escenifique en esa investidura que será fallida, para así comenzar la batalla del desgaste que es de acoso y derribo hacia el estrellado. Pese a todo, Feijóo aún tiene la opción de decir que no a la investidura y comenzar a armar una oposición que se desmarque de determinados postulados y busque una voz convincente, lejos de modas pasajeras y de discursos estridentes.

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