Sujétame el lacao

Emilio Pila

Emilio Pila

Hace 2 años, mi hijo mayor era todo sobresaliente por diseño y su hermana menor de bien y gracias. Algo perezosa, la pequeña, más callada, menos atención paterna. Se admite y se sigue.

Cuando me divorcié, mi mayor preocupación después de su coco era el rendimiento académico. Pensaba que la prueba del algodón era que algo iría mal si empezaban a fallar en el cole. Ya sabéis, el relato católico de niños de familias desestructuradas que acaban en fracaso escolar y flequillo afeitado.

Pues bien, algo de eso sí pasó. Mi hija empezó a basar sus interacciones mensuales conmigo en pedir cosas materiales. Cómprame esto, lo otro. No puedo confirmar ni desmentir que alguna otra figura de referencia estuviera azuzando el ascua a mi cartera.

Cuando me olí el pastel. Dije, quieto. Mira, niña, yo te compraré primero lo que esté en convenio, y segundo lo que yo quiera cuando menos te lo esperes.

Como aceptó con nobleza, la chica solo estaba confundida, le propuse algo nuevo. Un beneficio único. Superoriginal y que funciona de escándalo. Vais a ver qué inesperado. No es tecnología

Le dije, cada año a fin de curso, que es trabajo, proyecto muy serio que tú lideras, voy a pagar por las notas. 100 euros por un sobresaliente y te dejo sacar un bien en una que no te guste: Quiero que seas la mejor en lo tuyo, no a medias en todo. Y me dice, cuánto por un notable, y le digo cero. Y me dice, no, cincuenta. Qué jodía. No. Cero patatero. La excelencia la pago a máximos, permito un desliz y todo lo que está en medio es una medianía, como Súper López.

Me llamó ayer y me dijo: ME DEBES 1.600 EUROS. Ha sacado 16 sobresalientes de 16 materias. Ha sacado sobresaliente hasta en clase de sonrisas. 8 años tiene.

La conclusión de esta historia es que la idea de considerar el colegio como el trabajo de los menores es muy interesante. Abro el paraguas de los indignados y media verónica. Los niños lo entienden. Nuestro sistema educativo no. También que las empresas están imponiendo el think tank del salario emocional. Te cambio una pizza para que trabajes hasta tarde en un concurso de un millón de euros para la empresa. Hombre, qué cuco. El lucro debe pagarse con lucro, no con tamagochis o ‘abrazos’. Es lo principal. Ayuda a aprender a trabajar por objetivos (sean estos cuales fueren. También puede ser por multas del radar de la Juaneda…).

Por último, este reto te permite manejar dinero (no móviles, no consolas) para generar más dinero, una cosa que en España no tenemos ni idea de cómo hacer. La motivación que le ha funcionado a ella es el cash. La que le ha permitido adquirir competencias reales que le acompañarán siempre. El zasca de guapas que me ha metido.

Plot Twist PD: Siempre que abono el bonus desgravable anual de rendimiento escolar los invito a reflexionar qué parte del monto se reinvierte en su madre, que es la que supervisa los deberes el año entero, pues viven con ella. Deciden sabiamente, creando un círculo virtuoso y realista de cara a la vida en la que ya están inmersos.

Estudiar para ganar dinero > Estudiar para tener un buen trabajo.

16 bienes convertidos en 16 sobresalientes.

Sorry. La vida es así. No la he inventado yo.

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