TRIBUNA

Ley de Vivienda ¿Y ahora qué?

Lucía Muñoz

Lucía Muñoz

Hemos aprobado la primera ley de vivienda de la historia. Una regulación que llega tras años de trabajo de Podemos, en el Gobierno y en el Congreso, y que viene a poner coto, por fin, a la ley del sálvese quién pueda inmobiliario y a garantizar el derecho a una vivienda digna. Un derecho constitucional que ha sido sistemáticamente vulnerado por culpa de la especulación, de priorizar el beneficio económico de bancos y fondos buitres frente a las necesidades de la ciudadanía. Una ley que viene a remediar que el acceso a la vivienda sea el principal generador de desigualdad de nuestro país.

En Palma sabemos muy bien lo que es vivir en una ciudad en emergencia habitacional.

Nuestras vecinas sufren las consecuencias de un mercado inmobiliario fuertemente tensionado por la especulación, la presión del alquiler turístico y la compra de vivienda por parte de no residentes. Esto es lo que dispara los precios y deja a muchas personas con dos alternativas: O la caravana o el exilio. Por eso esta Ley es tan importante para nuestra ciudad.

Esta ley nos va a permitir declarar Palma zona tensionada para regular los precios de los alquileres. Y así lo haremos en cuanto lleguemos al gobierno. Va a permitir también proteger a los inquilinos frente a los abusos de las inmobiliarias. Desde su aprobación los gastos y honorarios deberán pagarlas quienes se benefician de sus servicios, los propietarios. Además prohibirá recalificar o vender vivienda protegida y permitirá a los ayuntamientos aumentar hasta un 150% el IBI sobre la vivienda vacía.

Todo ello son medidas urgentes y necesarias, pero no bastan. Esta es una ley histórica y debemos celebrarla, pero también sabemos que hace falta ir más allá, hace falta seguir legislando con valentía. Ahora es el turno de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. En les Illes, por ejemplo, necesitamos limitar la compra de vivienda a no residentes que copa el mercado y dispara los precios. El PSIB debe sumarse urgentemente a esta propuesta y hacerla posible.

Y en Palma necesitamos también medidas concretas que atiendan a las necesidades de la ciudad. Necesitamos más inspecciones para controlar los pisos turísticos, que son ilegales gracias a nuestra presencia en Cort. Necesitamos dedicar el 50% de las nuevas promociones a vivienda pública, como ya recoge el PGOU. Necesitamos construir vivienda pública y eso haremos en Son Busquets donde, gracias a las negociaciones de las que fui parte, se construirán más de 800 VPO.

Pero construir hasta el infinito no es la solución. Lo más importante es ampliar la oferta poniendo en el mercado las 17.000 viviendas vacías que hay en Palma y rehabilitar aquellas que no estén en condiciones de habitabilidad. Para ello subiremos el IBI de las viviendas vacías, algo que en el País Vasco ha demostrado ser un éxito, y crearemos oficinas de rehabilitación municipal. La consigna es simple y viene del movimiento de vivienda: ni gente sin casa, ni casas sin gente.

Es el momento de Comunidades y Ayuntamientos de legislar con valentía. Es el momento de desplegar todas las medidas y herramientas que nos otorga la Ley de Vivienda. Y de ir más allá. Por eso las elecciones de este 28 de mayo lo que nos jugamos es que se aplique esta ley. La derecha ya sabemos que no la aplicará. El PSOE ha demostrado que sólo le preocupa la vivienda en campaña electoral, que es tremendamente sensible a la presión de los lobbies y que comparte muchas de las recetas de la derecha. La única garantía para que se aplique la ley, para que bajen los precios y para que la vivienda sea reconocida como un derecho de la ciudadanía de Palma es que Unidas Podemos lidere el próximo gobierno de Cort. Lo hemos demostrado durante toda esta legislatura en todos los niveles de gobierno, somos condición necesaria para que se legisle con valentía. Y queremos seguir haciéndolo.