Tres acontecimientos recientes abren de nuevo el debate sobre la prostitución/trata, dos de ellos protagonizados por Vox, el portavoz de este partido en la Asamblea Regional de Murcia llamó puta a Dolores Delgado, la ministra de Justicia, y Serrano, presidente del grupo parlamentario en Andalucía, publicó "la diferencia entre tener sexo gratis y pagando es que gratis te puede salir mas caro" referido al fallo del TS sobre La Manada.

El tercer punto álgido ha sido la detención de 22 personas en Mallorca por Trata de personas con fines de explotación sexual, que una vez mas demuestra, la íntima conexión entre trata y prostitución, cuando más del 80% de las personas prostituidas son víctimas de Trata.

Uno de los insultos más hirientes y frecuentes consiste en llamar a alguien hijo o hija de puta. El significado de esta expresión no es otro que la desconsideración hacia la persona a la que se dirige el insulto, por no ser ni fruto del amor ni del deseo compartido sino fruto de un intercambio económico que niega a la mujer el tratamiento como ser humano para pasar a ser una simple "cosa".

¿Por qué no se insulta con la expresión hijo de putero? ¿Puede ser que una de las razones sea porque más del 39% de individuos podrían sentirse aludidos? Este es el porcentaje de prostituidores, eufemísticamente llamados consumidores de prostitución.

El sistema patriarcal ha estado basado en distinguir dos tipos de mujer, la que socialmente es considerada "mujer buena" que es la esposa, madre y cuidadora, frente a la "mujer pública" cuyo cuerpo esta en el mercado masculino.

Este doble sistema de valoración de las mujeres, tiene como consecuencia, que los hombres han podido tener a una o sucesivas mujeres como esposas o compañeras de vida y múltiples e invisibles mujeres para su exclusiva satisfacción sexual a cambio de pagar un precio. El imaginario colectivo asume que en cada mujer están los dos arquetipos, justificando, de este modo, la negación de la igualdad de hombres y mujeres.

La prostitución es un estigma para todas las mujeres, afecta a la dignidad a la libertad y a la seguridad de todas las mujeres. Las mujeres que han sido violadas lo han sido por la misma consideración que tienen las mujeres prostituidas, ser vistas como objeto del que se puede disponer y así ha quedado claro en el caso de La Manada y en los 97 investigados judicialmente, por asaltos sexuales en grupo.

La línea divisoria entre trata y prostitución es tan imprecisa como la idea de que la prostitución se ejerce desde la libertad, si se parte de un concepto de libertad estática todos los seres humanos nacemos libres, pero esta libertad como valor intrínseco de las personas no deja de ser una expectativa frente al contexto en el que se desarrolla la vida, y son las circunstancias propias de cada persona, sus necesidades de supervivencia, o de las personas que dependen de ella, las que limitan, restringen o anulan su libertad.

No hay libertad ni en la trata ni en la generalidad de la prostitución, por ello, no cabe regular la prostitución como una forma de trabajo, cuando ya se ha demostrado tanto en Holanda como en Alemania, que no sirve ni para la seguridad de las mujeres, ni para extinción de esta lacra social. Un estudio realizado en Europa el año 2008 sobre 800 mujeres prostituidas demostró que el 89% de ellas querían dejar la prostitución y el 63% de ellas habían sufrido abusos sexuales en la infancia.

El abolicionismo, a diferencia del prohibicionismo, no rechaza ni menosprecia a las personas prostituidas, sino que establece medidas disuasorias tanto para los proxenetas como para los prostituidores, a la vez que pone al acceso de las personas prostituidas recursos como asistencia médica, psicológica, renta mínima y formación, entre otros.

El mes de mayo pasado, el Govern balear hizo una apuesta clara por la abolición de la prostitución y aprobó un Plan Autonómico contra el Tráfico de Mujeres y Niñas con fines de explotación sexual y de abordaje a la Prostitución, estableciendo hasta sesenta medidas concretas para que las víctimas de trata puedan salir de la red traficante, con seguridad para ella y para sus hijos e hijas, y familiares en su país de origen.

Para sufragar la abolición, hace falta la coordinación de las instituciones y cuerpos de seguridad ya que al ser la Trata un delito (como en el tráfico de drogas), cabe el comiso de todos los bienes de los que intervienen: traficantes, empresariado proxeneta, prostituidores, actores y cómplices del delito. Es de esperar el comiso de bienes completo, incluyendo los vehículos de los prostituidores estacionados en el parking del local o alrededores.

* Vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis