Seguro que estamos todos de acuerdo en que la máxima prioridad de la política económica de nuestras islas debe ser la generación de puestos de trabajo. Con este objetivo colectivo, nos gustaría a través de este artículo demostrarles algo, que, a pesar de ser obvio, de manera constante se cuestiona y se pone en entredicho.

El turismo es el principal impulsor de la creación de empleo de Balears. Las actividades de la cadena turística de valor registran un aumento del número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social superior al del conjunto de la economía balear.

En este sentido, las actividades que forman parte de la cadena turística de valor han cerrado el tercer trimestre del 2016 exhibiendo nuevamente un incremento del empleo (6,6%) sensiblemente superior al experimentado por el conjunto del sector servicios (5,6%) y, por extensión, de la economía balear (5,7%) asumiendo por tanto, más de dos tercios de los nuevos puestos de trabajo generados durante el último sexenio. Con este comportamiento, el turismo ha contribuido a que Baleares siga presentándose como una de las comunidades autónomas más dinámicas en la creación de empleo.

¿Se comportan igual todos los sectores? La respuesta en no. Las actividades de alojamiento turístico reglado „hoteles y hoteles-apartamentos„, con una representación del 11,35% en la estructura productiva del archipiélago balear, son en la actualidad la rama más relevante del tejido regional. Esta relevancia, medible por su contribución al PIB balear en 2.721 millones de euros, no sólo ha permitido a Balears amortiguar los efectos negativos derivados de la última recesión económica mejor que otras regiones, sino encabezar la senda de recuperación de la economía y del empleo.

Prueba de ello, es que en el último quinquenio (2010-2015) la afiliación de la rama de alojamiento hotelero ha crecido a un ritmo del 21,1%, un porcentaje que cuadruplica el observado para el conjunto de la economía balear (5,1%). Este comportamiento, que ha seguido latente durante este ejercicio, sitúa el ritmo de creación de empleo durante el primer semestre de 2016 muy por encima del observado para el agregado balear (9,8% vs 5,6%, Baleares) y explica que la tasa de paro en las actividades de alojamiento turístico se haya reducido durante el último quinquenio (-3,6pp) también por encima de la media balear (-3,1pp).

La positiva evolución de las actividades de alojamiento reglado es, asimismo, observable en términos de contratación, pues el volumen de contratos ha crecido también durante el último quinquenio (52,8%) claramente por encima de la media de la economía balear (45,9%), una brecha que en el primer semestre del ejercicio en curso se ha ampliado hasta situar el crecimiento de la contratación en una ratio que prácticamente duplica la media balear (20,1% vs 11,6%, media).

Sin duda, el dato más destacable de esta favorable evolución de la rama de alojamiento hotelero se refiere a la tipología de contratos, pues la contratación indefinida ha crecido en la rama de alojamiento turístico (16,5%) muy por encima de la media de la economía balear (1,4%), una circunstancia que se extiende a los primeros seis meses del año en curso con un crecimiento de la afiliación indefinida (6,1%) superior también a la media balear (5%).

Así mismo, en lo relativo a la contratación por tipo de jornada, resulta que el porcentaje de afiliados con contrato a tiempo completo se ha incrementado en el sector del alojamiento turístico un 20,1% en el último quinquenio, frente al descenso que se ha observado en el conjunto del tejido balear (-2,3%), una tónica que sigue vigente a día de hoy con un aumento acumulado de afiliados a tiempo completo durante los seis primeros meses del año que duplica la del conjunto balear (15,8% vs 8% de Balears).

Con estos datos, y si nos lo permiten, no nos queda más remedio que insistir en algunos aspectos. El primero, demos al turismo el rol estratégico que le corresponde desde su aportación a los datos macroeconómicos y a la creación de empleo. El segundo, reconozcamos a las empresas como el primer agente social, el único capaz de generar bienestar y riqueza mediante la creación de puestos de trabajo. El tercero, no frenemos la dinámica en la que estamos inmersos. Seamos rigurosos con las decisiones que tomamos, facilitemos, impulsemos y no obstaculicemos la actividad empresarial. Debemos seguir impulsando la inversión que crea valor y que favorece el empleo basada en la rehabilitación y en el consumo de territorio cero. Y por último, aseguremos la sostenibilidad del destino mediante la mejora de la productividad y de la innovación turística. Las empresas tienen el conocimiento, la administración las herramientas. Hagámoslo juntos, sólo así tendremos éxito.

*Presidente Ejecutivo de la Federación Empresarial hotelera de Mallorca