La rabia es una de las enfermedades zoonóticas (que se transmite de animales a personas) más mortífera del mundo causando cada año alrededor de 70.000 fallecimientos, en su mayoría niños. Esta enfermedad está causada por un virus que se transmite a través del contacto con la saliva de un animal infectado y sobre todo a través de mordeduras y arañazos. Aunque este virus puede afectar a cualquier mamífero las especies más implicadas en la transmisión son los perros, zorros, gatos, hurones, ratas y murciélagos. Afortunadamente, en España el último caso de rabia humana se registró en 1979 pero no hay que bajar la guardia porque la enfermedad puede reaparecer en cualquier momento debido al gran tránsito internacional de personas y animales de compañía que no siempre cumplen con los requisitos sanitarios obligatorios. Una amenaza constante es el tráfico de cachorros que se importan con documentación falsificada y posteriormente se venden a través de internet y de algunas tiendas de animales con pocos escrúpulos. Por esta vía llegaron a Europa occidental libre de rabia en animales de compañía, siete casos en los últimos tres años, uno de ellos en junio de 2014 en Toledo.

En Balears estamos mucho más expuestos porque hay un gran movimiento de turistas acompañados por sus mascotas. Esta es la razón por la cual en nuestra comunidad autónoma se mantiene la obligatoriedad de la vacunación antirrábica anual en perros y la recomendación de aplicarla también en gatos y hurones, aunque los veterinarios advertimos de la necesidad de introducción de la obligatoriedad también en estas últimas dos especies. En los foros internacionales se habla de la importancia del gato y del hurón como futuros transmisores de la rabia en el primer mundo por el importante aumento de estas dos especies como animales de compañía y por la escasa población vacunada. A todo esto se añade el descontrol de las poblaciones de gatos asilvestrados, de los hurones liberados en el campo sin pensar en las consecuencias y de algunas especies invasoras que se introdujeron inicialmente como animales de compañía.

Para nuestra comunidad es de vital importancia tener una legislación sanitaria más estricta porque un brote descontrolado de rabia puede suponer una gran mancha en la credibilidad de Balears como destino turístico de calidad que conduciría a unas pérdidas económicas millonarias.

(*) Veterinaria