Explica Ibáñez Ridao en Zoom News que el Pew Research Center „un think tank especializado en información sobre tendencias„ señala en un informe reciente que en los Estados Unidos „el mayor mercado editorial del mundo„ continúa la penetración de los eReaders hasta llegar al 30% de los lectores. Sin embargo, en el último año también ha crecido en un 4% el número de gente que lee libros impresos. En definitiva, siete de cada diez lectores utilizan aún el papel. Así pues, aunque los libros electrónicos aumentan en popularidad, los impresos siguen siendo la base de los hábitos de lectura de los estadounidenses. Sólo el 4% de los lectores norteamericanos lee exclusivamente en formato digital.

Todo esto parece conducir a un doble axioma: por una parte, como casi siempre ha ocurrido, las tecnologías coexistirán pacíficamente y el libro impreso complementará el mercado digital (o viceversa). De hecho, hay especialidades: es frecuente oír decir a personas refinadas que la poesía ha de leerse forzosamente en papel... Por otra parte, las cifras de que se dispone „todavía imprecisas por escasas„ parecen sugerir que la multiplicidad de soportes incrementa la lectura. Es un efecto psicológico fácil de entender: cuando la sociedad introduce en sus circuitos nuevo material escrito, éste tiende a expandirse por permeabilidad. Dejen, pues, los falsos profetas de anunciar el fin del libro de papel „o del periódico impreso„ porque más bien los acontecimientos avanzan por otro camino: el progreso tiene un efecto multiplicador.