Selectivos sí que son ellos, nuestros políticos, no vayan a creer. A un bombardeo ninguno se apuntaría pero a un viaje a todo plan, y por supuesto gratis total, oigan es que corren a hacer las maletas como impulsados por una voz interior que les dijera "ya estás tardando". Item más, qué mejor que hacerse acompañar de personas diversas del propio entorno, siempre dispuestas a no decir que no, sin duda porque -como en las Olimpiadas- lo importante es participar. La ciudadanía de a pie, muy propiamente dicho en este caso, mayormente o no se entera o se desentiende bastante porque aquí no hay una cultura fiscalizadora del gasto público y porque en el fondo se considera, si no natural, por lo menos inevitable, que ciertos "chollos" sean disfrutados por algunos por la cara como quien dice. En cualquier caso el problema sería la "justificación". Ahí es donde, como en botica, cabe todo.

Ultimamente andan algunos de esos "viajes" en entredicho, cuando no directamente por los juzgados, que miren ustedes que es difícil como ya queda dicho, pero en cuanto procedentes, de subvenciones, cual es el caso, si te pasas de rosca, por ahí te pueden pillar. Historias con ribetes auténticamente chuscos que, se quiera o no, vienen a empañar ese emocionante e histórico momento en que María Antònia Munar se retira a reina madre, con Nadal de príncipe Charles. Uno de esos viajes es el que organizó la denominada "Associació d´Activitats Socioculturals de Mallorca", grandiosamente subvencionada con 372.000 euros por el anterior Consell de Mallorca. En este caso la "actividad sociocultural" consistió en una expedición a la isla de Lípari con el objetivo de afianzar el hermanamiento entre ambas islas, ¿i que no es guapo això? En calidad de acompañantes viajaron gratis once altos funcionarios y cargos de la institución, entre ellos la entonces vicepresidenta Dolça Mulet. ¿Y qué hacía tanto funcionario en Lípari se preguntará el lector, ansioso de saber sobre el particular. Contestación de doña Dolça: "trabajando todo el tiempo". ¡Oh, maravilla!.

Eso último no es de ella, es mío. A mayor aclaración, añade la imputada -porque está imputada por ello- que se visitaron algunos museos y se plantó un olivo. No como el de Cort, que obviamente ya está muy hecho, sino en maceta, y tiempo al tiempo. ¿Y los dos guías de la expedición?, pues igual tocándose las narices, chi lo sá. Otro "viaje" ahora cuestionado por la justicia, y también cosa de la subvencionadísima "associació" sociocultural, fue el que sobre el papel consistía en un viaje "cultural" a Cataluña, pagado por fondos públicos. La aventura cultural por Catalunya empezó, y todo parece indicar que también terminó, en una excursión a Port Aventura, que es algo así como figurar una visita al Museo de Mallorca y en realidad pasar la tarde en el Ram. Explicación de Magdalena Burguera, la "sobrecogedora" (de coger sobres) presidenta de la cosa esa de lo sociocultural: "entre los viajeros había mucha gente joven y no les puedes estar dando todo el tiempo románico". En eso, ya ves Magdalena estamos de acuerdo con usted; no se puede estar dando "todo el tiempo románico" a un grupo de mozalbetes... ni a un congreso de catedráticos de Historia del Arte. Eso sí, los viajes a Port Aventura se los paga uno de su bolsillo, lo mismo que cuando a Curro (¿por dónde andará ahora?) le daba por el Caribe.

Como, sufridísimo pensionista de la Seguridad Social, el Imserso tiene el detalle de sus viajes, buenos, bonitos y baratos, que no gratis. Pero qué queréis uno no se ve bailando ´Que viva España´ de Manolo Escobar, en un dos estrellas de la Manga del Mar Menor en temporada baja. Pero me alegra saber que con mis impuestos, por ejemplo, hemos reafirmado nuestro hermanamiento con la isla de Lípari y más desde que la he localizado en el mapa. En cualquier caso, menos viajar y más leer los periódicos, que dicen que dijo "aquel".