Disputar cuatro Juegos Olímpicos no está al alcance de cualquiera. Permanecer en la élite de un deporte durante 17 años, aún menos. La base española Laia Palau se convirtió este lunes ante Corea del Sur en la jugadora de baloncesto más veterana en disputar un partido olímpico. "Una burrada", en palabras de Palau, centrada el vivir cada momento en Tokio 2020.

En la trabajada victoria del combinado español sobre el combinado surcoreano (69-73), la barcelonesa estableció una plusmarca como la jugadora de baloncesto de más edad que ha disputado unos Juegos Olímpicos en la historia, con 41 años, 10 meses y 16 días.

Hasta la fecha las dos jugadoras más veteranas en unos Juegos habían sido son la brasileña Adriana Moises y la neozelandesa Dorothy Patterson, quienes acudieron a Río 2016 y Sydney 2000, respectivamente, con 38 años de edad, según datos de la FIBA. Palau las superó a ambas. También lo harán este martes las estadounidenses Sue Bird y Diana Taurasi, ambas en Tokio 2020, pero ambas son más jóvenes que la española: tienen 40 y 39 años, respectivamente.

Ante Corea del Sur, Laia Palau salió al parqué formando parte del quinteto titular y disputó 17.37 minutos, en los que aportó 4 puntos y 6 asistencias. Salió del duelo renqueante de un golpe con la interior surcoreana Park Ji Su, y compartió con los medios españoles en el Saitama Super Arena sus impresiones por la victoria y por su récord de longevidad competitiva.

"Qué va, qué burrada, ni me imaginaba, ni me lo imagino", responde al ser preguntada si al debutar en Atenas 2004, contribuyendo con 14 puntos a la victoria española contra la República Checa (80-78) se le habría pasado por la cabeza que terminaría disputando cuatro Juegos: Atenas 2004, Pekín 2008, Río 2016, con la consecución de la medalla de plata, y Tokio 2020.

"Estas cosas no las pienso mucho. Pienso de refilón, prefiero estar centrada en lo que me toca hoy, y cuando acabe todo esto, si hay que hacer entrevistas y decir 'qué guay la medalla', será maravilloso. Prefiero vivir la vida así, la vida me da regalos y los regalos son siempre inesperados", manifestó la capitana española.

Está siendo un verano de regalos para Laia Palau. Pese al sinsabor del Eurobasket de Valencia, perturbado por los positivos de Alba Torrens y Tamara Abalde justo antes de empezar, en el que cayeron en cuartos de final, antes cumplió 300 partidos y fue homenajeada en un amistoso contra Nigeria. Ya va por 311. La jugadora en activo más cercana es Alba Torrens, con 178.

¿El secreto? Ir día a día, confiesa la base. "Quién nos iba a decir que estaríamos en 2021 jugando Tokio 2020. No sabemos lo que va a pasar, vamos a disfrutarlo mucho. En el día a día yo no puedo arrancarle más la piel a las cosas, estoy muy, muy contenta, es un orgullo para mí estar aquí otra vez", agrega Palau.

La jugadora del Uni Girona no es de consejos, pero sí recomienda a las jóvenes vivir el momento. "El otro día me decía Maite Cazorla que si eran mis últimas Olimpiadas, y le respondí 'y a lo mejor también las suyas'. Estamos aquí, pongámonos el vestido de gala y disfrutemos. Dentro de cuatro años no sabemos si estaremos, si nos habremos clasificado, si el entrenador nos querrá...", añade.

Un caso excepcional

Defiende el seleccionador español Lucas Mondelo que va a ser difícil volver a encontrar un caso de longevidad como el de Palau. "No volveremos a verlo, es algo que no va a volver a pasar", afirma a EFE tras la victoria ante Corea del Sur.

"Para llegar a las internacionalidades de Laia, que ahora se juegan menos partidos, hay que estar muchos años, sin lesiones, en lo más alto y con ganas y deseo de jugar, y juntar estos tres factores y que ninguno falte es prácticamente imposible, por eso es la primera que hace esto. Ojalá aparezca otra, pero no creo que la veamos", comparte el técnico español.

Sus compañeras aprovechan su experiencia y la toman como un plus para el equipo. "Lleva muchos años al máximo nivel, compitiendo, está en nuestro equipo y su veteranía es una ventaja", expresa la ala-pívot Laura Gil.

En un verano lleno de reconocimientos y récords batidos, "se acaban los adjetivos", dice la escolta Cristina Ouviña. "Es un orgullo para nosotras estar viviendo esto, no somos nosotras, es parte de la historia y es un orgullo poder compartir sus éxitos con ella, y no se puede decir nada más", finaliza la exterior.

Laia Palau ya ha batido un registro, pero su paso por Tokio no se va a quedar en eso. La selección española aspira a clasificarse a cuartos de final, y a ser posible, como primera de grupo o mejor segunda para evitar a la todopoderosa Estados Unidos en los cuartos de final. Ese es el objetivo, y a partir de ahí es todo soñar. Día a día, como la receta que ha puesto a Palau en un récord olímpico.

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