'Pasapalabra' está dejando a sus concursantes jugar con el rosco. Los experimentados y veteranos Moisés y Óscar parecen inamovibles de las sillas azul y naranja, y eso que han estado a punto de abandonar el programa, pero sus experimentadas jugadas en lo que va de concurso parecen nunca acabarse.

Tras más de 132 programas juntos, Moisés se encuentra a pocos programas de superar la marca de Orestes, el concursante con el mayor número de programas seguidos. Por su parte, Óscar parece haberle cogido el truco a la silla naranja y cada vez es más frecuente verle pelear por el rosco junto al riojano que parece no estar pasando por un buen momento en el programa.

En la última emisión del programa, Óscar explicó a los telespectadores que el empate a 22 se hubiera podido romper por alguna palabra sin responder. Y es que son tantas peleas juntos que los dos participantes, ya históricos del programa, se guardaron alguna palabra para ver que hacía su oponente. "Si Moisés hubiera contestado su palabra, quizás yo también me habría arriesgado a contestar". "La verdad que los dos teníamos esa palabra guardada por si alguno contestaba y hacía un acierto más".

Óscar explicó sin tapujos que los dos concursantes se guardan algún as bajo la manga en caso de que el oponente lo supere. Es la única manera que tienen de no separarse, en caso de que no exista ningún error por parte de alguno, cosa que sucedió en el último programa y que devolvió la desigualdad al marcador.

Tras una buena primera mitad del rosco, Moisés se equivocó en la letra T, y terminó su rosco con 22 aciertos y ese fallo.

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Por su parte, Óscar solo tuvo que esperar a que Moisés terminara sus segundos y con los mismos aciertos, 22 palabras correctas, pero sin ningún fallo, esperar que sus segundos se terminasen, ganar el programa de ayer y mandar a Moisés a la silla azul, lugar que quieren evitar a toda costa y del que siempre cuesta huir.