Este domingo arrancó la duodécima edición de Gran Hermano con la entrada en la casa de Guadalix de los nuevos concursantes. Y por ello, Telecinco presentó la nueva andadura de su exitoso formato con los responsables del reality y con Mercedes Milá una temporada más al mando. La veterana presentadora declaró que este año intentará ser "'hiperobjetiva'" sobre los acontecimientos que sucedan en la casa, aunque no sabe si finalmente lo logrará.

Si algo critican a la conductora de Gran Hermano durante estos años es que, a pesar de ser la presentadora, apoye o critique a los participantes. Por ello, Mercedes Milá no ha quiso dejar pasar la ocasión para dejarlo claro: "Este año intentaré, auque me parece muy difícil, ser 'hiperobjetiva'".

Y es que, como argumentó la propia periodista, "cuantas más cosas pasan en la casa y más vida en directo vemos más fácil es que yo no lo sea (objetiva), porque se tratan temas de los que tengo opinión y tengo derecho a tener opinión".

Además de defender su propia opinión, Milá definió 'Gran Hermano', durante el acto de presentación, "como una historia de amor, que hay que vivirla segundo a segundo con el riesgo y el vértigo que ofrece esa historia".

Por último, la presentadora también tuvo palabras de agradecimiento para su equipo, en el que confía "ciegamente", y para "las personas que han hecho un esfuerzo tremendo con este casting, que han conseguido sacar lo mejor de lo mejor como si de una mina chilena se tratara".