Este es el gran problema de las etiquetas de la DGT, según la OCU

Se trata de uno de los temas más discutidos en la actualidad

Coche eléctrico

Coche eléctrico / Shutterstock

España cuenta con una población de más de 48 millones de habitantes y más de 25 millones de vehículos circulando por sus calles. Sin embargo, a medida que aumenta el número de coches, también crece la edad promedio de los automóviles en nuestro país.

Este envejecimiento del parque automotor plantea uno de los desafíos más importantes que la Dirección General de Tráfico (DGT) deberá enfrentar en los próximos años, especialmente considerando la necesidad de cumplir con objetivos medioambientales.

En este contexto, uno de los temas de mayor relevancia que se encuentra en discusión es el sistema de clasificación medioambiental. Esta cuestión presenta algunos problemas que deben ser abordados de cara al futuro.

En España, nos enfrentamos a un problema relacionado con la clasificación ecológica llevada a cabo por la DGT para determinar los niveles de contaminación de los vehículos. En este sentido, los distintivos medioambientales parecen no tener en cuenta las emisiones reales de dióxido de carbono, sino que se basan en el tipo de motorización. Como resultado, es común encontrar más automóviles contaminantes con la etiqueta ECO que vehículos de combustión que no tienen derecho a esa clasificación.

Para poner fin a esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha propuesto diversas alternativas que van más allá de la adquisición de vehículos eléctricos, ya que esta opción no ha tenido un gran éxito hasta ahora. De hecho, actualmente, el 28% de los más de 25 millones de vehículos con etiquetas ecológicas de la DGT no cumplen los requisitos para portarlas.

Etiquetas 0 y ECO: Según datos recientes, solo el 0,8% de los vehículos en España cuentan con la etiqueta de "0 emisiones" de la DGT, que corresponde a vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Por otro lado, el 4% de los vehículos posee la etiqueta ECO, la cual aplica a híbridos no enchufables, vehículos de GLP y de gas natural comprimido.

Etiquetas C y B: En el caso de los vehículos de combustión, el 35,9% de ellos cuenta con la etiqueta C, que aplica a los automóviles de gasolina fabricados a partir de 2006 y los diésel posteriores a 2014. Por otro lado, el 31,2% de los vehículos tiene la etiqueta B, correspondiente a los automóviles de gasolina fabricados entre 2001 y 2006, y los diésel fabricados entre 2006 y 2014.

La OCU propone modificar el sistema de etiquetas para que se centre en las emisiones reales en lugar de en la tecnología del motor. Según los datos disponibles, hay vehículos nuevos de gasolina o diésel de baja potencia que contaminan menos que ciertos híbridos. Este es el caso de algunos híbridos enchufables y de hibridación ligera con cilindrada elevada. Basándose en sus emisiones reales, estos vehículos deberían tener una etiqueta menos ecológica que la actual etiqueta de "0 emisiones".