Premi Diario de Mallorca - Sostenibilitat 2023

Miquel Garau: «No hay nada más antinatural que ver un problema y no actuar»

«En el futuro habrá una generación que diga: ‘yo no sé lo que es el tabaco ni he visto nunca a nadie fumar’, y que no sepan lo que es encontrarse una colilla a cada paso que das. Nos pensamos que podemos vivir de manera saludable en un entorno no saludable»

Miquel Garau realiza acciones de recogida de colillas desde 2017.

Miquel Garau realiza acciones de recogida de colillas desde 2017. / Bernardo Arzayus

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

¿Qué significa para usted recibir el Premi Diario de Mallorca de Sostenibilitat?

Significa un reconocimiento a todo el trabajo y todas las campañas que hemos hecho. La primera fue el verano de 2017, hubo un parón por el COVID y luego lo retomamos, de una manera más privada y familiar, en la que la idea fuese hacer algo pequeño para demostrar nuestro lema de este año: ‘Si se pot si tens un pot’. Queremos trasladar la idea de que nos faltan motivos para cuidar el planeta y nos sobran excusas. 

¿Cómo empezó esta aventura?

Cuando yo vivía en Barcelona, llegó un momento en el que me planteé que podía hacer yo para aportar más. Entonces me pregunté, ‘¿de qué trabajaría una hora cada día gratis?’. Ahí pensé en el medio ambiente, y se me ocurrió ser el primero en afrontar esta problemática. Entonces empecé con las acciones en Barcelona, y después ya se convirtió en global por la acción de las redes. A día de hoy ya son más de 40 personas por todo el mundo que se sumaron a la acción. Para nosotros no hay nada más antinatural que ver un problema y no actuar.

¿Cómo es un día de recogida?

Antes de salir de casa meto mi bote y mis guantes en la mochila junto con la toalla. Al llegar, extiendo mi toalla y me pongo, con la mejor actitud que puedo, a recoger en el espacio a mi alrededor con el objetivo de que quede limpio y que la gente me vea. Luego el bote queda abierto y a la vista, y mientras que nado veo a gente que se acerca para tirar su colilla dentro del bote. Sin decir nada el mensaje cala, y además termino conociendo a gente de muchos lugares. 

Las redes han jugado un papel fundamental en este proceso.

Sí. Todo lo que está en las redes visibiliza el esfuerzo. Al final si yo recojo 250 colillas en una tarde, me he agachado esas mismas veces. Y de esta manera, cuando la gente lo ve, se conciencia y llegas a su corazón. Poder mostrar cómo llegamos a una playa a la que no llegan los servicios de limpieza ni la policía y dejarla limpia, con una simple acción de diez minutos, lanza un mensaje positivo. Sí que debemos dejar muy claro que, de todos modos, da igual si nadie te ve, lo importante es que tu te veas hacerlo a ti mismo. 

Recogida de colillas.

Recogida de colillas. / Bernardo Arzayus

Ya le conoce mucha gente, así como a su movimiento. ¿Cree que realmente sus mensajes calan sobre los espectadores o se convierten en un contenido más que consumen durante su día?

Cuando ves a alguien esforzándose por algo, la gente lo valora directamente. Siempre hay gente dando la enhorabuena y, de hecho, los fumadores son los primeros en aplaudir estas iniciativas. Lo que pasa es que falta una parte muy importante del engranaje, que es ser coherente. Si decimos que queremos reciclar, mantener nuestras playas limpias, y todo eso, pero luego permitimos fumar en esos mismos espacios e incluso delante de niños, lo normalizamos. Si, en cambio, se impusieran grandes multas, a lo mejor la sociedad se concienciaría más. 

Entonces, ¿qué más podría hacerse para evitar esta problemática?

Solucionar este problema es muy fácil. Hablé con Sebastià Sansó, director general de Medio Ambiente de las Illes Balears y se incluyeron las colillas dentro de los programas de residuos. Yo lo que haría para que se empezasen a poner multas, que es la manera más efectiva. Poner una ley específica para las colillas y que las sanciones sean directas y ejemplares. En un hospital, donde está prohibido fumar tanto en interiores como en exteriores, todo el mundo fuma. Ahí hemos hecho recogidas, hemos hecho acciones, y no he visto que se imponga ninguna multa en esos espacios. Pero sí que conozco a mucha gente que tira las colillas al suelo. Los policías los primeros. Necesitamos no fijarnos tanto en limpiar y recoger, sino en prevenir el problema.

Muchas veces ha ido acompañado de niños y niñas durante sus acciones. ¿Qué visión de futuro tiene en relación a las generaciones venideras?

Pese a que las redes y los medios muestran siempre lo negativo, yo pienso que evolucionamos siempre para mejor. Ellos se lo pasan muy bien, se vuelven partícipes y héroes. Al final una persona que recoge la suciedad es una persona que nunca ensuciará. 

¿Qué futuro medioambiental augura?

En el futuro habrá una generación que diga ‘yo no sé lo que es el tabaco ni he visto nunca a nadie fumar’, y que no sepan lo que es encontrarse una colilla a cada paso que das. Nos pensamos que podemos vivir de manera saludable en un entorno no saludable, y eso es un planteamiento completamente ilógico.  

¿Afecta el turismo a esta problemática?

Hay turismo de calidad y turismo de destrucción. Esto hacen lo que se les permite. Son capaces de hacer lo que no harían en sus países. La culpa la tenemos siempre nosotros, somos los que debemos poner nuestras normas y elegir el tipo de turismo que queremos. Si las playas las queremos sin humo, pues tengámoslas sin humo.