Trabajar menos horas es rentable

«No se puede exigir ser amable con el cliente si tus trabajadores, que son el principal activo, están desmotivados o estresados. Hay que tener un punto de atrevimiento, pero tener contenta a la plantilla es positivo a medio y largo plazo y es la mejor forma de retener el talento», afirma Víctor Carratalá, director general de la empresa de alquiler de vehículos Wiber, una de las que, con implantación en Mallorca, ha optado por reducir la jornada laboral de sus equipos antes de que el Gobierno central apruebe una medida en este sentido, en su caso hace ya más de un año. Otra que ha tomado esta iniciativa desde el pasado día 1 es la hotelera balear MasSenses, cuya responsable de Comunicación, Lorena Coelho, subraya la excelente reacción de los asalariados ante este tipo de actuaciones. En ambos casos, se pone de relieve que reducir la jornada en el sector servicios sin rebajar salarios es posible, pese a las voces que se han alzado en contra. Desde UGT y CCOO se valora que este tipo de empresas son el contrapunto a las que pretenden mejorar sus resultados a costa de sobrecargar de trabajo a sus asalariados.

Una empresa hotelera balear es pionera al reducir la jornada laboral

En el caso de Wiber, la jornada de sus asalariados ha pasado de las 40 horas semanales a las 32. Pero se ha dado un paso más, y ha puesto en marcha una aplicación para estos empleados desde la que pueden acceder a terapia personal para favorecer la salud mental, y también a servicios de ‘coaching’ para su crecimiento profesional. 

Apuesta por la calidad

Víctor Carratalá destaca que su empresa comenzó a operar en 2018 en un ‘sector maduro’, como es el del rent a car, y en un momento en el que las denuncias por mala praxis estaban extendidas. Se consideró que era preferible apostar por diferenciarse de otras empresas del ramo elevando los niveles de calidad, y que para ello era necesario disponer de un personal bien formado y motivado, evitando en lo posible las rotaciones pese a contar con fijos discontinuos. El resultado, destaca, es que ofreciendo esas mejores condicionales laborales, su facturación no ha dejado de crecer.

En el caso de MarSenses, la jornada ha pasado de 40 a 38,5 horas semanales desde el pasado día 1, con turnos que varían dependiendo del tipo de departamento o del hotel, pero que están demostrando su viabilidad porque «muchos de nuestros establecimientos ya tienen ocupaciones del 100%», según destaca Lorena Coelho. La clave, según pone de relieve, es que este tipo de iniciativas ayudan a contar con los mejores trabajadores en un momento de escasez de mano de obra.

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