Educación

El manual del buen maestro

Un grupo de la facultad de Educación de la UIB ha confeccionado un documental con el testimonio de 18 docentes jubilados de las islas que reflexionan y dan claves sobre cómo ‘se hace’ un buen profesional de la enseñanza. El trabajo quiere preservar ese legado, además de servir de homenaje a referentes de un oficio no siempre valorado

VÍDEO | Mestres Miren Mestres: el Llegat d un Bon Docent

GREID

Redacción

La formación del docente no acaba nunca. Los maestros viven en permanente adaptación: se adaptan a cada niño, a cada familia, al resto del equipo, a la ley que toque ese año, al cambio social que esté trastocando en ese momento la vida fuera las aulas, a las nueva metodologías, a cada debate. Día a día y curso a curso acumulan ‘ojo clínico’, aprenden de los errores, descubren (o se inventan) los trucos del oficio. Y un día se jubilan y esa sabiduría construida ladrillo a ladrillo desaparece.

La experiencia y afán por el buen hacer no se extingue del todo, ya que en definitiva se transmite a los niños y también a aquellos compañeros que han querido aprender del veterano del claustro, pero se desaprovecha un legado que podría servir a los futuros maestros.

Dando vueltas a este hecho, Tomeu Mut y Sebastià Verger, investigadores de la Universitat, decidieron hacer un documental para valorar el trabajo de los maestros jubilados. Así, Mestres miren mestres se convierte en un trabajo con un doble objetivo. En primer lugar, se persigue sintetizar y salvaguardar parte de ese saber, pidiendo directamente las claves de su profesión a algunos de estos maestros retirados. En segundo lugar, la cinta sirve para rendirles homenaje.

La Universitat acogió el pasado miércoles la presentación del documental, para el que Mut y Verger, junto a Berta Paz y Sara Bagur (todos miembros del grupo de Recerca en Educación Inclusiva y Diversitat) han entrevistado a 18 maestros jubilados de las cuatro islas. Los seleccionaron a través de los centros de referencia con los que trabajan en la facultad.

«Los alumnos a los que hoy doy clase en la facultad de Educación no tendrán oportunidad de compartir clase con estos maestros», reflexiona Mut, principal responsable en este proyecto: «Y todos tenemos el recuerdo de ese maestro que nos marcó, con este trabajo queremos poner en valor estas figuras».

El manual del buen maestro, opiniones.

El manual del buen maestro, opiniones. / DM

La cinta plantea varias preguntas como cuál es legado de un buen docente, qué competencias ha de tener, cómo crea comunidad, cómo debería ser un buen maestro...

«Es una profesión privilegiada», dice Maite Sbert, arrancando así el documental: «Privilegiada no quiere decir fácil: si quieres un vida fácil y relajada, no te hagas maestro; si quieres una vida intensa y creativa, sí», aconseja. Para Lluïsa Urtasun ser un buen maestro va más allá de lo profesional y exige cuestionarse a una misma muchas cosas como persona, el ser claro, coherente... Núria Marín recuerda que un maestro «es un modelo» y que el grado de implicación es total: «Al final es un trabajo del que no desconectas».

Len Bisquerra alude a la necesidad de implicarse, como profesional, pero también «de forma emocional y afectiva». F. Xavier Moratinos apunta que dar clases y trabajar con los niños «ayuda a ser una persona con más empatía, más sensibles», son competencias que los docentes «van entrenando», asegura.

Una característica que varios de los protagonistas mencionan como imprescindible para afrontar la profesión es la capacidad de adaptación. «Un buen maestro es aquel que se puede adaptar y entender el contexto en el que ha de desarrollar su labor profesional, no se conforma con lo que sabe y en lo que se ha formado, sino que a partir del reto que se le propone es capaz de adaptarse y dar respuesta», subraya Sebastià Vidal.

Carme Ripoll, maestra mallorquina ya fallecida y a la que se dedica el documental, se expresó en una línea similar: «La escuela y el maestro han de tener siempre el ojo bien abierto, su trabajo y su formación no se acaban nunca, han de tener competencias flexibles y sensibles al contexto y capacidad para adaptarse». Joan Rado recuerda la importancia capital de saber escuchar a cada alumno: «El maestro tiene un poco de magia al ser capaz de activar elementos de resiliencia en los niños». Esa idea, la de escuchar a los estudiantes, también la subraya Cati Torres, que alude también a la necesidad de empatía, valor muy repetido por los testimonios.

Imágenes del proceso de grabación de las entrevistas.

Imágenes del proceso de grabación de las entrevistas. / DM

Para Lónia Juaneda «de forma paralela a al aprendizaje hay que trabajar también la educación emocional». Anton Marí señala que la educación académica es fundamental, «eso por descontando», pero que también es necesario inculcar valores. Nofre Riera por su parte da importancia a enseñar y mostrar a los niños «la cultura, el pueblo, las tradiciones...»

El maestro no trabaja solo y la importancia del equipo también se refleja en la cinta. Joan Rado menciona la importancia de que los centros den «una buena acogida» y de intentar lograr la estabilidad de las plantillas. Aprender a trabajar en equipo y coordinarse es una de las cualidades que los docentes van incorporando con los años, indica Margalida Cladera (que da un lugar destacado a la paciencia entre las habilidades requeridas). Respecto a la formación recibida, Joan Ferrà alude por su parte a la importancia de las prácticas y ese primer contacto real con las aulas. Maite Sbert recuerda además que los referentes y tendencias van cambiando (ellos estudiaron el trabajo de Montessori, Piaget...), pero que en definitiva todo «es una evolución».

Maria del Carmen Serres hace referencia cómo ha hecho falta que los maestros se formaran y aprendieran en atender la diversidad mientras que Esperança Riera, que era maestra en Formentera, asegura que es «muy positivo» que haya alumnos de diferentes niveles en un aula, al ‘estirarse’ los unos a los otros.

Cati Sbert trae a colación la otra pata fundamental del aprendizaje: las familias. «Es importante crear una buena relación y te has de poner su lugar, todas quieren lo mismo, que es lo mejor para sus hijos».

Este homenaje surge en un contexto en el que los docentes no gozan del prestigio ni reconocimiento social que sí tienen en otros países, y en un momento en el que, en el entorno occidental, ya se habla abiertamente de una crisis de vocaciones y de falta de profesores (más que nada en Secundaria).

Tomeu Mut, principal impulsor de este proyecto del IRIE (Institut de Recerca i Innovació Educativa), señala que es cierto que se vive un momento de «descrédito social», pero defiende que en las escuelas de Balears «hay mucha gente que trabaja mucho y muy bien». El documental cree que puede combatir esa idea y animar a los futuros maestros ante las dificultades que vive la profesión (como los sucesivos cambios normativos). En este sentido, Mut recuerda que pase lo que pase un maestro siempre encuentra la manera «de hacer bien su trabajo».