Absuelven a nueve policías locales de Palma, un funcionario de Cort y un empresario de sobornos en s’Arenal

La Audiencia Provincial ha absuelto a nueve policías locales de Palma, un antiguo funcionario de Cort y al empresario Miguel Pascual Bibiloni del caso de sobornos en s’Arenal entre los años 2007 y 2015.

Los once acusados, que proclamaron su inocencia y negaron los cargos en el macrojuicio celebrado en abril, se enfrentaban a una petición de pena de la Fiscalía Anticorrupción de cuatro años de prisión por cohecho.

Ahora, la sección primera ha absuelto a todos ellos por falta de pruebas. Cinco de los agentes encausados también fueron juzgados y exonerados en el caso Cursach.

El tribunal concluye que no ha quedado probado que los policías locales dieran un trato de favor a los negocios del empresario Miguel Pascual Bibiloni en la Playa de Palma a cambio de consumiciones y servicios sexuales gratuitos.

Preavisos de inspecciones

La sala también destaca que no ha quedado suficientemente acreditado que los agentes acusados preavisaran a Pascual de las inspecciones que iban a realizarse relativas a horarios, extranjería, trabajo, etc. Así, en materia de inspecciones de trabajo, los policías del GAP solo podían llevar a cabo labores de coordinación, dirección y supervisión de la operativa policial, encomendándose con carácter general dicha función a la Policía Nacional y a la Guardia Civil.

La sentencia, hecha pública hoy, señala que algunos de los encausados acudieron al club de alterne conocido como American Table Dance propiedad de Miguel Pascual, sin que haya quedado probado que recibieran un trato de favor por razón de su cargo.

Por su parte, el antiguo funcionario de Cort, que era jefe de servicio del Departamento de Obras del Ayuntamiento de Palma, participó por razón de su cargo en cuatro expedientes, si bien en dos de ellos su actuación se produjo en el año 2000 y, por tanto, fuera del segmento temporal que se recoge en el escrito de acusación. Respecto a los otros dos, relativos a los locales Oberbayern y Bierkönig de s’Arenal, no ha quedado acreditado que el funcionario realizara “acto alguno contrario a los deberes inherentes a su cargo”.

El funcionario de Cort era invitado en el Table Dance

Tampoco ha quedado probado que el empleado público recibiera consumiciones o servicios sexuales gratis en consideración a su cargo o función en el periodo que es objeto de acusación, de 2007 a 2015, “si bien por su amistad con el señor Pascual o por otros motivos recibía invitaciones por ser cliente en los años anteriores al segmento que es objeto de acusación”, según se desprende de la sentencia.

La sala, además, subraya que no ha quedado acreditado que él facilitara los trámites para la licencia de apertura y actividad del American Table Dance, desconociéndose la fecha en que se obtuvo la licencia. Por tanto, no se ha podido probar que el funcionario de Cort, jubilado desde abril de 2011, participara en este expediente.

Por otro lado, el encargado del Bierkönig, aparecía en la agenda del teléfono corporativo del GAP2 de la Policía Local. En ocasiones, este hombre llamaba de manera directa a este teléfono corporativo por incidentes ocurridos en el interior del local. Según el tribunal, no ha quedado acreditado que existiera un acuerdo con varios de los agentes acusados para que no contactara con otros cuerpos con el fin de agilizar la resolución de cualquier conflicto.

El fallo también recalca que no se ha podido probar que hubiera un acuerdo entre el empresario Miguel Pascual y varios policías encausados para obtener un beneficio recíproco para que realizaran labores de seguridad privada dentro del Bierkönig.

Puntos fijos de seguridad en s'Arenal

En la Playa de Palma se realizaban desde el 2002 puntos fijos de visibilidad, seguridad y prevención en las calles especialmente conflictivas: la calle del Jamón, la de la Cerveza, Llaut, Balneario 8. En verano, se efectuaron puntos fijos frente al Bierkönig y el local Bamboleo, sin que conste que siempre se hicieran frente al Bierkönig y que fueran realizados de manera sucesiva y hasta el cierre. Estos puntos de seguridad solían tener una duración entre media hora y hora y media. Otras unidades de la Policía Local, no solo el GAP, también participaban, así como la Policía Nacional. Cada oficial responsable, en su turno correspondiente, elegía el lugar exacto donde se iban a colocar. Muchas ocasiones era frente al Bierkönig, pero otras, en los extremos de la calle o frente a otros establecimientos.

La sección primera concluye también que no ha quedado demostrado suficientemente que la intención al colocar los puntos fijos frente al Bierkönig fuera beneficiar a Miguel Pascual con el fin de conseguir un efecto disuasorio a carterista, descuideros, menudeo, evitando el botellón, para así favorecerle de manera arbitraria.