Las empresas apoyan la Semana Santa «fija» que propone el Papa

«Estabilizar la Semana Santa en abril sería fantástico para Balears», afirma el presidente de la patronal de comercio Afedeco, Toni Gayá, una postura que es igualmente defendida por su homólogo en Restauración-Caeb, Alfonso Robledo. Porque tanto estos dos representantes empresariales como los máximos responsables de la asociación de discotecas de las islas (Abone), Miguel Pérez-Marsá, y de Taxis-Pimem, Biel Moragues, coinciden en que los resultados económicos que todos estos sectores han conseguido este año, cuando las celebraciones se han producido a finales de marzo, han sido claramente peores que los de 2023, cuando coincidieron con el mes de abril.

Este respaldo empresarial a una Semana Santa «fija» a celebrar en abril coincide con el anuncio por parte del papa Francisco de que se estudia dar un carácter más estable a la Semana Santa para que se registre durante el citado mes, de forma que la celebración católica, que se rige por el calendario gregoriano, pueda coincidir con la de los cristianos ortodoxos, sustentada en el calendario juliano. En la actualidad, el Domingo de Resurrección de los católicos se hace coincidir con la primera luna llena posterior al 21 de marzo, lo que explica el vaivén en sus fechas entre ese mes y el siguiente.

Los cuatro presidentes de patronales antes señalados coinciden en que cuando la Semana Santa coincide con el mes de marzo, como este año, los resultados económicos son peores que cuando se celebra en abril, como sucedió en 2023 y como volverá a ocurrir en 2025, de ahí que se aplauda la medida que en estos momentos se está estudiando en el Vaticano, para que además católicos y ortodoxos puedan celebrarla juntos.

Problema de personal

En estos momentos, el problema de que las celebraciones se produzcan en marzo va más allá de los peores ingresos que consiguen las empresas, y alcanza también a la composición de sus plantillas.

Este año, el hecho de que la temporada se haya iniciado tan pronto provoca que el periodo de ralentización de la actividad turística (desde la Semana Santa hasta finales de mayo) sea demasiado largo para que muchas empresas puedan mantener a todos sus trabajadores en activo de forma permanente, como se hizo en la mayoría de los casos durante 2023 en restaurantes y bares. Alfonso Robledo reconoce que durante este ejercicio van a ser muchos los establecimientos que van a reducir su plantilla durante estas semanas, recortando el periodo de actividad de sus fijos discontinuos.

El sector turístico de Mallorca dice que la falta de mano de obra será peor este verano que en 2023

Pero eso eleva el riesgo de que algunos de ellos opten por cambiar de empresa para irse a otra de actividad más estable, según reconoce el presidente de Restautración-Caeb, coincidiendo con un momento en el que los problemas de falta de personal son «horrorosos», según se apunta también desde el comercio. En el caso de las discotecas, Pérez-Marsá afirma que ésta es la principal preocupación que en estos momentos tienen las empresas de ocio nocturno.

El impacto que esta escasez de trabajadores tiene en el comercio recae principalmente en el caso del personal especializado de las cadenas de alimentación, que están viendo como sus empleados cualificados de los departamentos de carnicería y pescadería se están yendo a la hostelería debido a que los salarios de este último sector son más altos. Gayá apunta que anteriormente hoteles y restaurantes reforzaban sus plantillas con personas procedentes de la península. Sin embargo, el elevado coste de la vivienda en las islas, junto a un aumento de la actividad turística en Andalucía y Alicante, está haciendo que cada vez sea más difícil lograr que se desplacen hasta el archipiélago. Como recurso, las empresas turísticas están llevándose a parte de las plantillas del comercio.

Peores resultados

Como se ha indicado, las empresas de las islas defienden la idea del papa Francisco de estabilizar la celebración de la Semana Santa en abril (se apuntan el segundo y el tercer fin de semana de ese mes como posibles opciones) por considerar que de este modo coincidiría con unas fechas mucho más positivas para la actividad turística.

Biel Moragues es el primero en destacar que los resultados conseguidos por el sector del taxi durante este año han sido un «desastre» si se comparan con los de 2023, con una caída que cifra en un 20%. Alfonso Robledo lamenta que para muchos negocios de restauración la semana posterior a las celebraciones fue incluso mejor que la de las fiestas, que se vieron afectadas por una mala meteorología.

En su caso, desde las discotecas se apunta este descenso, pero se reconoce que para el ocio nocturno son mucho más importantes los resultados de septiembre que los de Semana Santa. Finalmente, desde el comercio se lamenta la elevada cantidad de producto de invierno que ha quedado sin vender.

Suscríbete para seguir leyendo