Director de Investigación y Enseñanza de Centros de Integración Juvenil de México

Rodrigo Marín-Navarrete: «En México tenemos a reclusos que se han comido a gente por psicosis, no por hambre»

Director de Investigación y Enseñanza en Centros de Integración Juvenil de México: «En las prisiones estatales no todos los reclusos son sociópatas, hay mucha depresión, trastorno límite de la personalidad, ansiedad...»

Rodrigo Marín-Navarrete: «En México tenemos a reclusos que se han comido a gente por psicosis, no por hambre»

Rodrigo Marín-Navarrete: «En México tenemos a reclusos que se han comido a gente por psicosis, no por hambre» / B. Ramon

I. Olaizola

I. Olaizola

Este responsable de la segunda agencia de salud mental más importante del país norteamericano participó ayer el macrocongreso de patología dual con una conferencia sobre la prevalencia de esta enfermedad en las prisiones mexicanas.

¿Cuáles son las drogas más usadas en las cárceles mexicanas y qué trastornos mentales provocan? 

En México hay dos tipos de cárceles, las federales y las estatales. En las primeras, que es dónde hicimos el estudio, el consumo de sustancias es muy escaso, sobre todo de las ilegales. Hay más drogas de tipo médico como las benzodiacepinas (ansiolíticos), los sedantes y tranquilizantes, que son las que copan el tráfico entre los propios reclusos. Y las patologías más comunes son las asociadas a estos fármacos, la depresión y la ansiedad. Y la tasa de suicidio en estas cárceles es del 10% cuando la media nacional es de menos del 2%.

¿Y en las cárceles estatales? ¿Hay más consumo de sustancias ilegales?

Sí, totalmente sí. Las cárceles federales tienen mucha seguridad perimetral, interna, hay muchas cámaras de vigilancia, tienen detección de cuerpos opacos a la entrada, pueden hallar explosivos de última generación… Los filtros son muy sofisticados, lo que no quiere decir que no circule la cocaína, la metanfetamina…

¿En las estatales los filtros son más permeables?

Sí. Y es básicamente por una cuestión de presupuesto. En las federales la seguridad está externalizada en empresas de seguridad privadas. Pero solo el inmueble en sí mismo porque los custodios, las personas que guardan la cárcel son la guardia nacional, la policía federal... Son personas que están pagadas por el Gobierno Federal. Pero los servicios y las instalaciones las gestionan empresas privadas.

Las condiciones de unas y otras serán muy diferentes...

Sí. Para que te hagas una idea, mientras en las federales en las que hay una posibilidad de albergar hasta a 30.000 reclusos tenemos una ocupación de unos 20.000, en las estatales lo superamos por mucho. Hay un nivel de hacinamiento muy grande porque tienen muy poco presupuesto que aportan los gobiernos de los estados.  

Y eso provoca una mayor relajación en la seguridad...

Sí. La gente pasa comida, pasa drogas, a veces hasta armas. Por eso el asunto de la seguridad en las prisiones estatales es muy complicado.

¿Y la ocupación?

Está por arriba del ciento cincuenta por ciento. 

¿Cuál es la población reclusa de las prisiones federales y de las estatales?

En las federales hay unas 19.700 personas privadas de la libertad mientras que las estatales acogen a más de 250.000 en estos momentos cuando disponen de menos de 190.000 camas.

¿Cuáles son las principales drogas que se consumen en estas instituciones estatales y cuáles son los principales trastornos que deben tratar? 

Resultó sorprendente comprobar que no todos los reclusos padecían un trastorno antisocial de la personalidad, que fueran sociópatas (que no demuestra discernimiento entre el bien y el mal e ignoran los derechos y sentimientos de los demás), circunstancia que se daba tan solo entre el cuarenta y tantos por ciento de la población. Hay mucha depresión, trastorno límite de la personalidad, ansiedad, déficit de atención y el tema del suicidio. Estas son los trastornos más prevalentes. También existe un porcentaje alto de enfermedades mentales severas como psicosis, manías o deterioro cognitivo. Su prevalencia es cercana al treinta y tantos por ciento del conjunto de la población reclusa. Aunque para los casos más graves hay prisiones especiales.

¿Qué patologías acogen?

Acogen a los seriales (reclusos con varios crímenes a sus espaldas), los que practican canibalismo o son altamente violentos.

¿Se han dado casos de canibalismo en el interior de las prisiones?

Sí, más de lo que uno pensaría. Pero no, no en el interior de las cárceles, claro está. Es el canibalismo lo que motivó su ingreso en prisión, el crimen fue homicidio con canibalismo.

¿Por pobreza?

No, por patología mental. No se comen a la gente por hambre sino por psicosis.

Mucha de la población reclusa mexicana estará encarcelada por tráfico de drogas...

Sí.

... ¿tienen los carteles influencia dentro de las prisiones?

Sí, siempre, porque es crimen organizado. Son muy poderosos y tienen muchos recursos, sobre todo en las prisiones estatales. En las federales están los presos VIP. En las primeras hay muchas más mafias en su interior. En las federales suelen cambiar frecuentemente a los reclusos de centro para evitar que los miembros de una misma banda permanezcan mucho tiempo juntos. Los rotan por diferentes espacios de las cárceles que son muy grandes, como miniciudades, para que no logren formar alianzas.

Pero disponen de mucho tiempo para idear maneras de sortear estos controles...

Sí, siempre se las van a ingeniar. Son personas que nunca deberíamos subestimar porque son extremadamente inteligentes para lo malo. Tienen un nivel de inteligencia sofisticado, por encima de la media.

¿Qué tratamientos están ofreciendo a la población reclusa? ¿Sobre qué actúan antes? ¿Sobre la adicción o sobre el trastorno mental?

Bueno, la mayoría de las personas privadas de libertad lo están por haber cometido algún delito en estado de intoxicación y existen programas de deshabituación en todas las cárceles federales y en algunas de las estatales. 

¿Y el abordaje de la patología dual?

Al ser dual no puedes atender primero una y luego otra, la atención tiene que ser integral. Si no el sujeto recae, o recae en la depresión o recae en el consumo de la sustancia. Y en las prisiones estatales circulan todo tipo de sustancias.

¿Qué medidas adoptaría para mejorar la salud mental de la población reclusa de su país?

Me referiré a las federales porque en las estatales el problema es más sofisticado. Habría que aumentar el personal sanitario ya que pese a que la población reclusa no para de crecer en Latinoamérica, el número de médicos y psicólogos que la atiende se ha reducido a casi la mitad. Ahora suponen el 3,8% del total del personal penitenciario cuando antes eran casi el 8%. Y eso que son personas muy bien pagadas para evitar que los corrompan.

Aumentaría entonces el personal asistencial..

Sí, pero son pocas las personas que quieren trabajar pese a la buena remuneración.

¿Por qué?

Por el riesgo. Sus pacientes so gente sofisticada con muchos alcances fuera y les amenazan para que hagan lo que ellos quieran. Quizá habría que tener perfiles especializados para la población penitenciaria.

A nivel general, ¿cuáles son las drogas más consumidas hoy en México?

En primer lugar las legales, el alcohol y el tabaco. Entre las ilegales la más consumida es la marihuana y sus derivados, seguida de la cocaína que está bajando por el aumento de la metanfetamina cuyo consumo ha subido un 70% en los últimos años. Luego estarían los disolventes inhalables y los opiáceos sobre todo en la frontera norte. Sí tenemos consumo de fentanilo pero no tanto como en Estados Unidos. La población que se inyecta droga se inyecta más psicoestimulantes que derivados de la heroína.

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