Demanda a Son Espases por perderle el anillo de casado que dejó en una habitación

El paciente ingresó afectado por una apendicitis y tras ser intervenido en el quirófano descubrió la falta de su alianza matrimonial

El paciente ingresó en Son Espases con apendicitis

El paciente ingresó en Son Espases con apendicitis / Manu Mielniezuk

Un paciente que hace tres años ingresó de urgencias en el hospital de Son Espases, en plena fase aguda de la pandemia, ha presentado una demanda contra la autoridad sanitaria, por la pérdida de su anillo de casado. El hombre, además, también acusa a los médicos del hospital de una mala práxis durante la intervención, no tanto en la operación en sí, sino después durante el periodo de recuperación, ya que no se le proporcionó ningún tratamiento de anticoagulantes. Como consecuencia de ello está sufriendo en estos momentos una trombosis venosa profunda.

Como paso previo a la demanda judicial, tal como se exige, presentó un escrito de reclamación patrimonial ante el Consell Consultiu, que le deniega la razón y se posiciona a favor de la administración sanitaria.

Este paciente empezó a sentir un fuerte dolor en el costado e ingresó de urgencia en el hospital de Son Espases. Era el día 9 de abril del año 2020, pocos días después de que se hubiera declarado el estado de alarma sanitaria ante la aparición del coronavirus.

El enfermo, inicialmente, fue ingresado en una habitación dedicada exclusivamente a pacientes con covid. Al entrar en la instancia tuvo que quitarse la alianza boda y tuvo que entregar al personal sanitario su teléfono móvil, así como todos los documentos que portaba. Todos estos efectos quedaron depositados en una bolsa a su nombre, que se colocó dentro del armario de la habitación.

Poco tiempo después, una vez confirmado el diagnóstico, el paciente fue llevado al quirófano. Dejó en su habitación todos sus efectos personales. La operación de apendicitis fue muy sencilla y apenas duró 30 minutos. El enfermo fue llevado a otro módulo del hospital, para su recuperación. A las 24 horas fue dado de alta.

Cuando estaba en su nueva habitación, se dio cuenta que no le habían devuelto sus pertenencias. Su mujer acudió a la anterior habitación y constató que los efectos ya no estaban. De inmediato comunicó esta desaparición al personal sanitario, que realizó la comprobación y determinó que, en efecto, los efectos ya no estaban donde debían de estar. A través de una aplicación pudo comprobar que su teléfono seguía estando en el hospital, pero según el enfermo, ningún empleado quiso acercarse para comprobarlo, porque la señal lo situaba en una zona restringida por el contagio masivo del virus.

Sobre los daños que le han provocado esta trombosis, los médicos insistieron en que se trata de una reacción muy extraña, pero que en ningún caso la atribuyen a una mala práctica de la intervención quirúrgica. Sostienen que a un paciente de estas características no se le prescribe anticoagulantes tras la operación.

Sobre la pérdida de sus pertenencias, incluido la alianza de boda, el Consell interpreta, que si bien es cierto que fallaron los protocolos de recogida de objetos personales, hay que tener en cuenta que este incidente ocurrió en uno de los momentos más complicados de la pandemia sanitaria. En ese momento, además, no se había aprobado el protocolo específico sobre la recogida de objetos de las habitaciones de los enfermos que se habían contagiado con el virus.