El 54% de los jóvenes de Baleares de entre 14 y 18 años ha vapeado alguna vez en su vida

Un real decreto en exposición pública equiparará estos dispositivos al tabaco tradicional para frenar el intento de la industria de «blanquear» esta forma de fumar que inicia en el hábito a los menores

Una imagen de una joven vapeando.

Una imagen de una joven vapeando. / INGIMAGE

I. Olaizola

I. Olaizola

Que el vapeo ha calado entre los jóvenes de las islas ha quedado demostrado en las dos últimas encuestas realizadas a nivel nacional sobre el hábito de fumar. Así, mientras tan solo el 16,4% de la población balear con edades comprendidas entre los 15 y los 64 años admite que ha vapeado alguna vez en su vida, este porcentaje se eleva hasta el 53,9% cuando la pregunta se le formuló a los jóvenes de entre 14 y 18 años.

Este dato, que aporta Cristina Mayol, técnica del área de Prevención del Plan de Adicciones de las Illes Balears (PADIB), demuestra a las claras el intento de la industria tabacalera de «blanquear» este nocivo hábito con el objeto de ir introduciendo en él a los más jóvenes.

En estos momentos se encuentra en exposición pública, hasta el próximo 24 de abril, un real decreto estatal que contempla aplicar las prohibiciones vigentes para el tabaco tradicional a estos nuevos dispositivos electrónicos. Equipararlos en todos los aspectos. Y la norma también prevé imponer un empaquetado neutro para todos los productos del tabaco.

La técnica de la dirección general de Salud Pública sopesa estas dos medidas que entrarán en vigor cuando se estudien todas las alegaciones presentadas a este real decreto.

«La prevalencia del uso de los vapeadores entre los jóvenes se ha elevado de manera exponencial en las islas», comienza Mayol sustentándose en los porcentajes de consumo apuntados al inicio de esta información. 

«Son unos dispositivos que enganchan a los jóvenes. La mayoría de los que empiezan a vapear acaban fumando. Es la estrategia de la industria para no perder clientes. Son unos dispositivos con un diseño innovador y muy moderno que resulta súper atractivo para los jóvenes a los que al mismo tiempo se les ha trasladado el mensaje de que no producen humo, sino vapor», lamenta.

Tóxicas y cancerígenas

Pero contrariamente a lo que se piensa, este consumo no es inocuo. «A los cigarrillos electrónicos se les añaden unos aromatizantes muy dulces para que enganchen más a sus consumidores. Se trata de la glicerina vegetal y del propilenglicol. Suelen ser usados habitualmente en la industria alimentaria, pero en la ingesta oral no provocan tanto daño como cuando se calientan y se fuman, momento en el que también desprenden sustancias tóxicas cancerígenas», revela.

Por ello esta técnica está de acuerdo en aplicar al vapeo las mismas prohibiciones que rigen contra el tabaco tradicional. «Porque cuando se habla de vapeadores sin nicotina, los dispositivos sí contienen estas otras sustancias aromatizantes y cancerígenas. No obstante, existen vacíos legales en la regulación de su uso en determinados lugares», advierte.

Pese a que tampoco se puede vapear en el interior de bares y restaurantes, no es inhabitual ver a personas haciéndolo. Por no hablar de en las terrazas al aire libre de estos establecimientos, pese a que algunos de ellos han vetado el consumo de tabaco tradicional en ellas.

Sobre la prohibición de fumar todo tipo de tabaco en estas últimas que contempla la próxima ley antitabaco de este país, medida que la conselleria de Salud de las islas ha pedido que sea voluntaria y que venga acompañada de rebajas fiscales para hacerla más atractiva, la técnica en prevención del PADIB responde con una pregunta: «El 70% de la población de Balears no fuma frente al 30% restante que sí lo hace. ¿Por qué nos hemos de fastidiar los que no lo hacemos?».

Hecha esta precisión, Cristina Mayol matiza que las nuevas medidas antitabaco, entre ellas las de creación de nuevos espacios libres de humo, deben adaptarse de manera paulatina intentando sensibilizar a los sectores implicados en la bondad de las mismas. «El sector de la restauración siempre se ha mostrado muy receptivo a las nuevas medidas, pero hay que ir poco a poco», aconseja.

Empaquetado neutro

Sobre la otra medida que contempla el real decreto en exposición pública, el empaquetado neutro de las cajetillas y otros productos tabacaleros, Mayol sostiene que es una medida avalada científicamente para reducir el consumo que ya ha sido adoptada por varios países de nuestro entorno como Francia.

«Si haces un empaquetado genérico eliminas la publicidad de las marcas, el último reducto del marketing de la industria tabacalera. Hacen los paquetes muy lindos, con sus logos y sus colores. El paquete genérico es menos glamuroso, tiene un color neutro, no puedes poner logos y el cuerpo de la letra de la marca es más pequeño. Cada vez hay más países europeos que lo han adaptado. No nos podemos quedar al margen», concluye.

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