36.077 pacientes de la pública podrían pedir ser atendidos en la privada

«Los pacientes de Balears son cada vez más pacientes», admitía la consellera de Salud, Manuela García a comienzos del pasado mes de diciembre con motivo de la presentación de su plan de choque para abordar las listas de espera sanitarias. Y el tiempo no ha hecho más que darle la razón.

Sin ir más lejos, el pasado lunes había 33.490 usuarios del Servei de Salut aguardando más de dos meses ser visitados por un especialista y 2.587 pacientes esperando más de 180 días ser intervenidos quirúrgicamente, según los datos diarios que cuelga en su página web este mismo organismo.

Como se recordará, todos estos pacientes podrían acogerse al decreto de garantía de demora de esta comunidad autónoma que establece que todos aquellos usuarios de la pública que esperen más de estos plazos para ser vistos por un médico especialista o ser operados, pueden solicitar ser atendidos en otros recursos sanitarios con menos demora, ya bien sean estos de titularidad pública o privada.

Son, además, unas cifras que cotejadas con las últimas disponibles que hacen referencia a la evolución mensual de las listas de espera, correspondientes al mes de febrero de 2023, no dejan en buen lugar al abordaje de esta problemática emprendido por la conselleria de Salut.

Y es que si a finales de febrero de 2023 se encontraban en esta situación de espera un total de 29.084 pacientes, casi 7.000 menos que por estas fechas (6.993), en este mismo mes de este año 2024, ya con los nuevos rectores del Servei de Salut al frente, las cifras de personas que aguardaban estos periodos para ser asistidos eran inferiores a las de este pasado lunes 8 de abril.

Así, a finales de febrero de este año había 1.313 usuarios menos (32.246 que aguardaban al especialista y 2.518 que lo hacían por un quirófano y que en conjunto sumaban 34.764) que superaban los periodos máximos de espera que en la actualidad.

Este dato no habla muy bien de la eficacia del plan de choque presentado por el actual Ejecutivo popular que, como se recordará, contemplaba un gasto de 45 millones de euros en este ejercicio, 19 de ellos para pagar las peonadas del personal propio (actividad extraordinaria fuera del horario laboral) y otros 26 para derivaciones de pacientes a los recursos de la sanidad privada.

Este medio de comunicación preguntó ayer al Servei de Salut qué trámite deben cumplimentar los pacientes en esta situación para acogerse al decreto de garantía de demora y ser derivados para una asistencia más ágil. Y explicaron que en los servicios de admisión de los hospitales donde figuran inscritos en la lista de espera se les entregará toda la documentación necesaria para presentar la solicitud para acogerse al decreto.

«Una vez el paciente lo solicita, se abre el procedimiento administrativo y si cumple los requisitos (superar los tiempos de espera reseñados) se le propone una derivación a otro centro público o concertado, que el paciente debe siempre aceptar», explicaron matizando que la derivación no se ejecutará sin la autorización previa del paciente que, eso sí, reiteraron que es el que debe iniciar el proceso.

Estos usuarios pueden ser derivados al hospital de Llevant, al grupo Quirónsalud o la Policlínica Juaneda Miramar, en Mallorca, y al Grupo Policlínica en Eivissa. IB-Salut no pudo facilitar ayer la cifra de pacientes que habrían pedido acogerse a esta salvaguarda asistencial.

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