Obituario

Muere el hermano Fernando Nalda a los 94 años, histórico jesuita del colegio de Montesión de Palma

En su primera etapa coincidió con la figura histórica del hermano Prades y dio clases en Primaria de Geografía, Física y Química y Religión

La asociación de antiguos alumnos señala que Fernando Nalda "dejó una huella imborrable" en varias generaciones de alumnos que se formaron en el colegio de la Compañía de Jesús

Fernando Nalda Pons

Fernando Nalda Pons / Redacción Digital

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Fernando Nalda Pons, histórico jesuita del colegio de Montesión de Palma, murió el miércoles, 26 de marzo, en Valencia, a la edad de 96 años, después de 68 años en la Compañía de Jesús, ha comunicado la Asociación de Antiguos Alumnos, entidad que ha manifestado que el hermano Nalda, como era conocido en el colegio de jesuitas de Palma, "dejó una huella imborrable" entre varias generaciones de estudiantes que pasaron por las aulas del viejo colegio y también del centro de Son Moix. "Su partida deja un vacío imborrable en nuestros corazones", expresó la asociación.

El hermano Nalda nació en la localidad valenciana de Piles en el año 1929 e ingresó en la Compañía de Jesús en 1955, haciendo sus últimos votos once años después. Pasó dos etapas en el colegio de Montesión. En la primera de ellas, entre 1968 y 1981, Nalda coincidió con la figura histórica y gigantesca hermano Prades, el jesuita que mejor representó el espíritu y la exigencia del colegio en la segunda mitad del siglo XX, con la austeridad y rigidez de la vieja escuela y siempre con la historia y circunstancias de todos los alumnos que estudiaban y se formaban en el colegio en la cabeza.

Durante aquella etapa, Nalda era la otra cara de la moneda, el jesuita compasivo y siempre cercano a aquellos alumnos que vivían alguna dificultad académica o emocional, el que siempre animaba, el que empujaba a los estudiantes más tímidos a sumarse a las actividades, al tiempo que impartía en Primaria clases de Física y Química, Religión y Geografía, y también organizaba numerosas actividades más allá del las aulas.

Tras ser destinado a Gandía en 1981 y después a Valencia, no volvió a Montesión hasta la última etapa de su vida, entre 2016 y 2018, cuando cumplió funciones en la enfermería, en la actividad diaria de la Iglesia y ejerció de consultor de la casa.