Una víctima de malos tratos: "Me agarró del cuello y a mis hijas les pegó con un cinturón varias veces"

Una mujer culpó ayer a su marido de agresiones en un juicio celebrado en Palma

El acusado negó los cargos y alegó que todo era "mentira"

El hombre rechazó haber obligado a las niñas a recoger cosas del suelo con la boca

El hombre acusado de malos tratos habituales, ayer durante el juicio celebrado en Palma.

El hombre acusado de malos tratos habituales, ayer durante el juicio celebrado en Palma. / B. Palau

B. Palau

B. Palau

 Un juzgado de Palma inició ayer la vista oral contra un hombre de mediana edad acusado de humillar y agredir a su mujer, a la que presuntamente agarró del cuello y la arrinconó contra la pared, y de dar correazos a sus hijas en el domicilio familiar en 2021, cuando estas tenían diez y once años. El encausado negó ayer los hechos en rotundo. Alegó que todo era “mentira”. Además, descartó haber obligado a las niñas a recoger cosas del suelo con la boca. “Son tergiversaciones”, insistió una y otra vez ante la magistrada.

En cambio, la víctima confirmó que tanto ella como sus hijas sufrían una situación de maltrato de forma habitual. La mujer relató entre lágrimas que era menospreciada y amenazada de forma reiterada durante los continuos ataques de ira de su esposo. “Teníamos miedo, constantemente nos insultaba”, recordó ayer al mediodía, angustiada.

La fiscalía reclama una pena de dos años de prisión para el sospechoso, así como la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante cuatro años y la prohibición de aproximarse y comunicarse con su expareja y sus dos hijas por un periodo de cuatro años, por un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar.

Sin patria potestad

Además, el ministerio público pide que el hombre sea inhabilitado para el ejercicio de la patria potestad durante cinco años, con atribución exclusiva a la madre del ejercicio de la patria potestad y guardia y custodia de las dos menores.

Por su parte, el abogado de la acusación particular, Nicolau Vidal, solicita tres años de cárcel por los delitos de malos tratos, injurias y amenazas. Mientras, la abogada defensora, Concepció Rebassa, interesa la libre absolución de su representado.

El acusado explicó que llegó a Mallorca con su familia a principios de 2021 y convivió con su esposa y sus dos hijas hasta octubre de 2021, cuando fue denunciado y se dictó una orden de protección a favor de la perjudicada. El hombre negó haber cogido del cuello a su compañera sentimental en el transcurso de una discusión en el domicilio familiar, situado en un núcleo turístico de la zona del Llevant de la isla. “Eso es mentira. Jamás le levanté la mano a mi mujer. Ella ha dicho muchas mentiras”, recalcó.

Niega azotar a sus hijas con una correa

El supuesto maltratador también rechazó las agresiones a sus dos hijas, menores de edad. “Es mentira que yo pegara a mis hijas con el cinturón. Era mi esposa que me decía ‘ven con el cinto, que las niñas no me hacen caso’. Jamás le hubiera hecho eso a ellas ni a nadie. Jamás las lastimaría. Yo le daba a la mesa o a la pared con la correa. Yo golpeaba con el cinto o con un cucharón a la mesa para poner un poco de orden”, reconoció, ante la sala.

El sospechoso negó haber obligado a las niñas a recoger cosas del suelo con la boca y descartó las humillaciones. “No las insultaba diciéndoles hijas de puta, estúpidas, roña, mugre… Son tergiversaciones. A veces las encontraba descalzas en casa con los pies sucios, mugrientos y las mandaba a limpiarse los pies”, aseguró.

El hombre justificó que una de sus hijas presentara un bajo estado de ánimo, tristeza permanente, baja autoestima y dificultad de adaptación diciendo que la niña añoraba a sus amigas de su país de origen.

“Me acusaron de invitarla a mi cama. ¿Entiende el nivel de perversidad? Se han tergiversado las cosas”, subrayó el progenitor. “Yo no amenacé a mi esposa diciéndole que iba a quemar la casa. A veces decía que yo por mis hijas mato o muero, pero como lo haría cualquiera de ustedes. Yo no la amenacé”, hizo hincapié ante la jueza.

Por último, el acusado recordó que el pasado enero recibió una llamada de su exmujer, pero no descolgó el teléfono porque tiene prohibido comunicarse con ella.

La perjudicada admitió que vio la llamada en su terminal, pero señaló que ella no fue la que telefoneó y alegó que dejaba el móvil a sus dos hijas.

Su versión fue diametralmente opuesta a la del acusado. La víctima rememoró un episodio de violencia machista. “Me agarró del cuello y me puso contra la pared. Le dije que si no me soltaba le iba a denunciar y entonces me soltó. No recuerdo la fecha exacta de cuándo ocurrió, pero fue en Mallorca, en el pasillo de casa. No fui al médico ni se lo conté a nadie”, aseguró.

Menosprecios reiterados

La mujer indicó que era humillada habitualmente. “Me llamaba inútil, mierda, basura… A las niñas constantemente las insultaba. Teníamos miedo”, reconoció entre sollozos. “Con mis hijas, casi todos los días pasaba: las humillaciones, golpes. En varias ocasiones les pegó a las dos con un cinturón. Yo no le decía que cogiera el cinturón. Es mentira. Y, dos o tres veces, les hizo retirar cosas del suelo con la boca, fueron pocas veces”, manifestó la denunciante. “Casi todos los días él se ponía agresivo con las tres. También me decía que recordara que las casas se prenden fuego y que por sus hijas mataba. Eso lo decía muchas veces cuando se enojaba”, añadió la mujer.

El juicio no finalizó ayer y continuará a principios de mayo en Palma.

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