El sector químico asegura que las 75.700 piscinas de Baleares apenas usan el 0,5% del total de agua consumida en las islas

El Clúster de Empresas Químicas defiende que las piletas consumen "muy poca agua" y que aplicar restricciones en este sentido "no tendrá efectos positivos significativos"

Vista aérea de casas con piscina en Mallorca.

Vista aérea de casas con piscina en Mallorca. / Nele Bendgens

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

El Clúster de Empresas Químicas de Baleares (CLIQIB) defiende que las piscinas en general "consumen muy poca agua". Estima que las más de 75.700 piscinas que hay en las islas (72.000 particulares, más 3.700 públicas, de las cuales unas 2.100 son turísticas) representan menos del 0,5% del agua total consumida en el archipiélago y por eso creen que, ante la situación de falta de agua, aplicar restricciones en estas instalaciones "no tendrá efectos positivos significativos".

"Las piscinas son unas de las instalaciones más eficientes en términos de ahorro de agua, puesto que cuentan con un circuito cerrado donde el agua recircula para limpiarse, lo cual permite que se pueda mantener durante largos periodos de tiempos", argumentan desde este sector empresarial: "La renovación de agua a las piscinas turísticas es de menos de 1 hm³ por temporada", una cifra que, aseguran, "se puede reducir si se aplican soluciones a la evaporación y a la limpieza de filtros, entre otros".

Así lo han difundido hoy con motivo del Día Mundial del Agua, en el marco del cual se ha celebrado en Palma la jornada WatSaveReuse, proyecto que busca abordar el problema de la falta de agua y la sequía concienciando "a todo el sector de la cadena de valor del turismo de la necesidad de reducir el consumo y de gestionar la oferta". La jornada llega cuando la temporada turística está a las puertas y con unas reservas hídricas en niveles lejos de los deseados (aunque en mejor situación que en Cataluña, donde sí han empezado a aplicarse restricciones), con lo que el consumo de agua por parte de los turistas e instalaciones como las piscinas están en el punto de mira de las entidades y los activistas defensores del territorio.

El Clúster, cuyas empresas, entre otras tareas, trabajan mucho con el sector hotelero en el mantenimiento de piscinas, intenta combatir esta percepción negativa reseñando que el principal consumidor de agua en Baleares es el urbano, que supone el 54% del total consumido, seguido del sector agrario (22%), las viviendas aisladas (14%), campos de golf (4%), sector industrial (3%) y riegos de parque y jardines (3%), según datos del Plan Hidrológico Balear 2013-2018. El turismo, indican, "consume solo el 12,7% del total suministrado y aproximadamente el 25% del consumo urbano".

Una cuarta parte del agua total consumida se pierde por fugas de la red

El CLIQIB ha recordado que los escapes de agua de la red suponen una cuarta parte del total de agua consumida en las islas (con datos alarmantes, como el 70% del agua que se pierde en Campos o el 57% que se desperdicia en Sencelles). Asimismo, el Clúster ha señalado "solo se está utilizando el 31% de la capacidad de las desaladoras".

Su planteamiento, "en un contexto generalizado de carencia de lluvias, de aumento de la demanda y de posibles restricciones", es apostar por "la tecnología aplicada al ciclo del agua", ya que, sostienen, permite actuar "tanto desde la reducción de la demanda como desde la gestión de la oferta". Insisten en que "si se aprovechara toda el agua de la cual disponemos - ya sea extraída o producida- y la calidad del agua proporcionada fuera óptima, no serían necesarias las restricciones, no se perdería agua y mejoraría la capacidad de los acuíferos". Por todo ello, piden "más inversión y apoyo público en la innovación del ciclo del agua e instan a las empresas turísticas a trabajar con los profesionales de la industria para mejorar sus instalaciones".

La mayoría del agua que aprovisiona las Baleares proviene de los acuíferos (un 76,1%), seguido de las depuradoras (un 13,5%), de las desaladoras (un 7,2%) y de los embalses (3,2%).

La presidenta, Marga Prohens, ha participado en el cierre de la jornada WatSaveReuse, financiada con fondos europeos y promovida por un consorcio de Cataluña, Occitania Baleares, del cual forma parte el CLIQIB.