La enésima patente de Fèlix Grases y su equipo de la UIB: un tratamiento para la gota gracias al café y al cacao

Hallan una molécula que inhibe la formación de los cristales en forma de agujas que provocan ataques de dolor, envejecimiento e inflamación en las articulaciones de las personas con esta enfermedad, que afecta al 6% de las personas mayores de 60 años

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

El doctor e investigador de la UIB Fèlix Grases y la doctora Antònia Costa han patentado un tratamiento innovador para la gota basado en una molécula generada por el consumo de café y cacao.

Los investigadores del Laboratorio de Litiasis Renal han descubierto que la 7-metilxantina incrementa la solubilidad del urato sódico e impide que se formen los cristales en forma de aguja que causan los ataques de dolor propios de esta enfermedad, que afecta a entre el 3 y el 5% de la población y general y a más del 6% de las personas mayores de 60 años.

Ahora, el hallazgo de este nuevo compuesto podrá derivar en un tratamiento para la gota. Según ha explicado Grases ya están en contacto con varias empresas que estarían interesadas en cerrar un acuerdo de licencia para explotar esta patente. Dado que esta molécula ya se utiliza para tratar otras dolencias (como la miopía infantil), los ensayos clínicos serían más rápidos y económicos de lo habitual al poderse ahorrar algunos pasos (ya están hechos por ejemplo los pertinentes informes toxicológicos, ha indicado el investigador). Con todo, en cinco o seis años la patente presentada hoy en la UIB podría ser ya un medicamento a la venta. Ahora mismo ya hay dos medicamentos contra la gota, pero trabajan a nivel enzimático y tienen efectos secundarios (algunos de ellos graves, como un mayor riesgo de accidente vascular). Costa y Grases señalan que el tratamiento que ellos plantean no tendría efectos secundarios: "Sería una opción más segura y efectiva".

Hace diez años que Grases y Costa están tras la pista de este tratamiento, desde que en 2014 descubrieron que la teobromina impide la cristalización del ácido úrico, que causa la litiasis úrica. Aquel hallazgo, que también derivó en una patente, es lo que les ha llevado ahora (tras un verano de intenso trabajo de la doctora Costa) a poder confirmar que las sustancias derivadas de la teobromina y la cafeína funcionan como inhibidores de la cristalización del urato sódico y por tanto es una posible solución a la gota. Además, Costa y Grases han descubierto que la 7-metilxatina se une al urato en el líquido sinovial que envuelve las circulaciones, con lo que disminuye la concentración efectiva, favorece su solubilidad e impide que se formen los cristales que causan los síntomas dolorosos.

El tratamiento se basa en una molécula que se genera a partir de las reacciones químicas que se producen al tomar productos ricos en teobromina, como son el café o el cacao. Ahora, los niveles de presencia de este compuesto en sangre son insuficientes para tener efectos destacables sobre la cristalización del urato sódico, pero podrían explicar por qué estudios previos habrían relacionado el consumo de café y de cacao con un resigo menor de sufrir ataques de gota (Grases se ha animado a dar una recomendación al señalar que tres tazas de café al día pueden ser beneficiosas en este sentido).

La importancia de la dieta

El hallazgo se ha publicado en la revista científica Biomolecules. Al margen de este posible tratamiento, y como siempre, el doctor Grases ha recordado la importancia de una buena dieta para evitar la producción excesiva de ácido úrico. El ácido úrico se produce cuando metaboliza purines, que son sustancias presentadas de manera natural en el cuerpo. En individuos sanos, el ácido úrico se mantiene en unas condiciones que impiden la cristalización. Ahora bien, determinados factores genéticos, así como el consumo de alimentos ricos en purines (carne roja, vísceras, pescado, marisco, bebidas alcohólicas, productos utraprocesados), pueden hacer que el cuerpo produzca niveles elevados de ácido úrico que acaben cristalizando en forma de agujas puntiagudas de urato sódico. Estas agujas se concentran especialmente en las articulaciones y causan ataques de dolor. Antes esta enfermedad era más prevalente en hombres, pero dado que las mujeres están siguiendo cada vez más una dieta parecida a la de los hombres, se ha igualada la incidencia entre géneros. La dieta mediterránea aparece, una vez más, como la mejor prevención posible.

Además, para combatir esta enfermedad se tira de antiinflamatorios (para reducir el dolor, no para curar la dolencia), diuréticos (para incrementar la excreción de orina) y medicamentos para reducir la producción de ácido úrico, pero éstos, como se ha señalado antes, tienen efectos secundarios destacables.

Récord de patentes (y de ingresos)

Con esta nueva patente, Grases y su equipo consolidan su posición de grupo que más patentes genera en la UIB (y que más ingresos general). Este equipo da mucha importancia a que la investigación sanitaria llegue a la sociedad en forma de resultado tangible. El Laboratorio de Investigación en Litiasis Renal, integrado en el Instituto Universitario de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IUNICS), es un referente nacional e internacional en el estudio de la litiasis. Con más de 30 años de experiencia, el equipo de investigadores que lideran el doctor Fèlix Grases y la doctora Antònia Costa inició el estudio de la litiasis renal en la UIB en colaboración con el sector hospitalario, tanto de Balearrs como de España y del ámbito internacional, con el objetivo de potenciar la docencia, la investigación y la transferencia de conocimientos en el ámbito de la litiasis renal y líneas de investigación relacionadas con el estudio de las calcificaciones.

El resultado de esta investigación se ha recogido en casi 300 publicaciones científicas, 40 tesis doctorales y 14 patentes transferidas y en explotación, y ha dado lugar al desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico y prevención de la litiasis renal. La última patente supuso un ingreso de 4 millones de euros, de los cuales un 30% fueron para la UIB y el resto para el grupo investigador, que lo reinvierte en equipamiento y en impulsar líneas de trabajo sin necesidad de competir en convocatorias (lo que les ahorra una burocracia que "cada vez es peor"). Así, pueden dedicar más tiempo a investigar, según ha indicado un Grases que de momento no está pensado en la jubilación.

En los últimos años, la tarea del Laboratorio ha permitido poner en marcha el primer banco de muestras biológicas de cálculos renales con fines de investigación biomédica del mundo, y el primer registro estatal de litiasis pediátrica