Palomino retiró las mascarillas de uso «domiciliario» de «centros sanitarios»

El Ib-Salut inutiliza un argumento usado por el PSOE para justificar sus tratos con Koldo

Manuel Palomino atendió a la Guardia Civil y suministró la información incompleta.

Manuel Palomino atendió a la Guardia Civil y suministró la información incompleta. / Manu Mielniezuk

Matías Vallés

Matías Vallés

Dentro del carrusel de argumentos a menudo contradictorios que ha utilizado el PSOE para defender sus tratos con la trama de Koldo, se enfatiza en las últimas fechas el «uso domiciliario» de las mascarillas contratadas con la trama del ministerio de Fomento, por valor de 3,7 millones de euros.

El pretendido uso casero no altera la evidencia de que se pactaron mascarillas FFP2 que no fueron servidas por Soluciones de Gestión, sociedad matriz de la red investigada. Además, el «uso domiciliario» no viene avalado por la documentación emitida por el propio Ib-Salut socialista en el expediente oficial.

Manuel Palomino ya era director general del Servicio de Salud en sustitución de Juli Fuster cuando emitió un escrito tímido y genérico sobre «Incumplimiento requisitos mascarilla tipo FFP2», destinado a la trama de Koldo. El alto cargo solo se pronuncia tres años después del fraude en el material entregado. Precisa que «en el momento en que se recibe el resultado del análisis» de Madrid, «se procede a comunicar a los centros sanitarios dependientes la retirada de estas mascarillas y su almacenamiento». Por tanto fueron repartidas en entidades del Ib-Salut, con independencia de la precisión «domiciliaria».