Caso exámenes: «Me dijeron que los correos se podían suplantar sin dejar rastro»

El testigo indicó en la Audiencia que debían hacer un informe y enviarlo a los servicios informáticos de Cort

El testigo declara, ayer, ante la Audiencia de Palma.

El testigo declara, ayer, ante la Audiencia de Palma. / TSJB

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

«Me he dado cuenta de una cosa muy gorda. He visto los correos corporativos. Puedes poner cualquier nombre o hacer lo que quieras. No deja rastro». Con estas palabras, un subinspector de la Policía Local de Palma declaró ayer en la Audiencia, durante el juicio por el presunto fraude en la filtración de las oposiciones para ascender en el Cuerpo, que así le comunicaron la supuesta existencia de un ‘agujero’ en la seguridad de las cuentas de correo electrónico.

A continuación, prosiguió, instó a los subordinados a que pusieran el descubrimiento de este déficit de seguridad en el correo electrónico en manos de los responsables del Ayuntamiento de Palma. «Les dije tenéis que hacer las pruebas oportunas, emitir un informe y mandarlo al Instituto Municipal de Innovación (IMI)».

Este subinspector policial, responsable de la agenda policial del entonces intendente Antoni Vera, uno de los acusados de la supuesta filtración de las preguntas del examen policial, detalló que en las propiedades del correo electrónico corporativo se podía poner el nombre del remitente que se quisiera, de los incluidos en el listado. A partir de este momento se podía enviar un mensaje suplantando la personalidad. «Lo más grave es que no dejaba rastro alguno. Ni siquiera en los metadatos», puntualizó durante su comparecencia policial.

En este sentido, el responsable del área de usuarios del Instituto Municipal de Innovación declaró acto seguido que le encomendaron que subsanara esta brecha en el correo electrónico de la Policía Local de Palma. «Era muy endeble. No era seguro», aseveró ante el tribunal de la Audiencia de Palma.

El experto precisó que el correo electrónico de la Policía Local tenía otro sistema operativo distinto al del Ayuntamiento de Palma. «Era más vulnerable», subrayó.

Mensajes borrados en 2012

Por su parte, el responsable del sindicato CSIF en la Policía Local de Palma afirmó que había otros indicios que denotaban la fragilidad de la seguridad en el sistema informático de la Policía Local. «Tenías que poner una clave y el ordenador se quedaba bloqueado. Pero si lo apagabas y lo encendías, entrabas en la sesión del otro», indicó.

El fiscal Carrau preguntó a este testigo si sabía por qué uno de los acusados había borrado todos los correos electrónicos de su cuenta durante todo el año 2012. Un informe de la Guardia Civil resaltó que no existía mensaje entrante ni saliente durante este periodo.

Algunos de estos supuestos mensajes de correo los habría intercambiado con el entonces director de Seguridad del Ayuntamiento de Palma, también procesado por esta causa.

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