El equipo nacional de esgrima del Ejército celebra su primera concentración en Palma
El encuentro se celebra en el cuartel de Jaume II, donde los deportistas militares practican este antiguo arte de lucha con espada
Antes de que aparecieran las modernas armas, los ejércitos luchaban únicamente con espadas y escudos. Este tipo de lucha con armas se convirtió siglos después en el deporte de la esgrima. Cada vez son más los practicantes de este arte de ataque y defensa. Estos días la ciudad de Palma está acogiendo la primera concentración del año del equipo nacional de esgrima del ejército de Tierra, cuyos integrantes están practicando en la sala que dispone el cuartel de Jaume II, donde se encuentra el regimiento de infantería Palma 47.
Esta concentración ha sido organizada por la cabo mayor Sandra Perales, cuya dedicación a este arte de la espalda la ha llevado a obtener numerosos premios en campeonatos y se ha convertido en un referente de la esgrima en las Fuerzas Armadas. Ella es de las pocas mujeres militares que practican este tipo de lucha, pero cree que en un futuro muchas compañeras la seguirán y entenderán que se haya convertido en su pasión.
A la concentración han acudido diez integrantes del equipo del Ejército de Tierra, que han tenido la oportunidad de competir con otros deportistas civiles del equipo mallorquín de Esperta Ferro. Es una oportunidad para ir conocimiento las nuevas técnicas que se van descubriendo. Son tres las armas que se utilizan en la competición de esgrima: florete, espada y sable. En esta concentración de Palma solo se practica con las dos primeras armas. Tanto las reglas de competición, como las técnicas de manejo del arma, son muy diferente entre ambas especialidades.
Sandra Perales explicó que la esgrima es un deporte muy exigente, tanto desde el punto de vista físico, como psicológico. El practicante no deja de moverse durante todo el enfrentamiento con su rival. En esta disputa, en la que ambos oponentes se enfrentan con el mismo tipo de arma, el objetivo es doble: por una parte hay defenderse y no dejar que el florete o la espada te toque la protección, y por otra, hay que atacar para alcanzar al contrincante. y derrotarlo.
Varias competiciones
Esta concentración se organiza desde el Ejército, pero los militares que practican este deporte también participan en competiciones civiles, tanto nacionales, como internacionales. La cabo recordó, además, que es un arte de enfrentamiento que se sigue enseñando en las academias militares y señaló que cada uno de los tres ejércitos cuenta con su equipo. Además, afirmó que el nivel de competición es muy alto, aunque no sean muchos los practicantes.
La esgrima es un deporte de lucha que te obliga a mantenerte siempre en guardia y con la máxima concentración. El teniente Pedro Huguet, que forma parte del equipo nacional, es un veterano de este deporte. Ha ganado muchas disputas y aún sigue compitiendo. Explicó que mientras el luchador empuña el arma, tanto para defenderse, como para atacar, ha de ser capaz de estudiar a su contrincante y descubrir cuáles son sus puntos débiles para ganarle. El deportista, además, ha de realizar movimientos coordinados, ha de mostrar una gran capacidad de reflejos y mucha elasticidad, porque la esgrima lo exige. A nivel psicológico la concentración debe ser máxima.
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