Entrevista |

Antonio Pareja: «Hay una psicosis social de que los virus respiratorios pueden ser algo apocalíptico»

«En el primer momento de la pandemia había tal cantidad de expertos en los medios de comunicación, que yo creo que había más expertos que pacientes»

«Habría que haber aislado a los enfermos leves y poner a los contactos en cuarentena en una planta hotelera que teníamos cerrada»

Antonio Pareja, preventivista y epidemiólogo: "En estos momentos yo no haría obligatoria la mascarilla en Baleares"

Guillem Bosch

I. Olaizola

I. Olaizola

Antonio Pareja (Llucmajor, 1956) es licenciado en Medicina por la Autónoma de Barcelona, máster en Epidemiología y especialista en Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, además de Doctor en Ciencias Médicas por la UIB. Es uno de los epidemiólogos más reputados de las islas y ha sido el responsable en esta materia y en el control de infecciones en el hospital de Son Llàtzer hasta su jubilación en septiembre de 2021. Secretario de Salud del PSIB-PSOE, también asesoró en gestión y prevención de riesgos epidemiológicos al ministerio de Sanidad cuando María Luisa Carcedo era su titular. Desde el pasado mes de noviembre es miembro numerario de la Reial Acadèmia de Medicina de las Illes Balears (RAMIB).

¿Mascarilla obligatoria o recomendable en la actual situación epidémica?

Yo no la haría obligatoria en Balears en estos momentos con los datos que tenemos. El problema no es que sea obligatoria o recomendable, el problema es llevarla bien, que esté limpia, que tenga una vida de menos de una hora y media, que se vaya cambiando… El problema es la falsa seguridad de pensar que por llevar una mascarilla ya estamos protegidos. El debate real sería ¿me protege bidireccionalmente, a mi y a los demás, o no está bien la mascarilla que llevo?

Bien, ¿pero nos protege o no?

Vamos a hablar de las mascarillas que usa la población. Las higiénicas tienen una vida útil de un máximo de 2 horas mientras que las quirúrgicas hay que renovarlas tras un uso de tres horas. Si la llevo cinco horas, ya no protege. Porque la humedad del aliento, la respiración o las gotículas al hablar le hacen perder su eficacia de protección. Pero si la llevas bien puesta durante el tiempo recomendable, claro que protege. Pero si voy al hospital y voy a estar cinco horas por él, me tendré que llevar como mínimo tres mascarillas. Hay que intentar que la mascarilla se lleve bien puesta y en buenas condiciones antes que hacerla obligatoria.

¿Y respecto al momento?

Según los datos que tenemos del servicio de epidemiología, en estos momentos solo tenemos un pico epidémico de gripe que, además, subió mucho en la última semana del año pero que ahora está bastante estabilizado. De coronavirus y del virus respiratorio sincitial que afecta a los niños estamos por debajo del umbral epidémico. El error principal es generalizar que todos los virus respiratorios están en fase epidémica. Lo que no tiene fundamento es decir que estamos en epidemia de virus respiratorios porque son completamente diferentes. Y mi pregunta es ¿quién evalúa el uso de las mascarillas en los centros de salud para saber que nos están protegiendo bidireccionalmente?

¿No cree que imponer la mascarilla en enero, cuando la epidemia de gripe está en descenso en casi todo el país, denota una falta de previsión por parte del ministerio de Sanidad?

Yo lo que creo es que hay es una psicosis social a todo nivel, empezando por el Ministerio y continuando por la sociedad civil y por los medios de comunicación, de que los virus respiratorios pueden ser algo apocalíptico.

¿Por la reciente pandemia?

Sí. El coronavirus vino y nos dio una bofetada inmensa al primer mundo, que es para mi el detalle fundamental. Si esto hubiera pasado solo en África, no nos habríamos ni enterado. En el 2014, seis años antes, el continente africano sufrió la pandemia del ébola que tuvo una letalidad de entre el 60% y el 70% de los afectados. El coronavirus ha tenido una letalidad del 1%, la diferencia es importante. Y en el mundo civilizado no se produjo ningún revuelo por ella. Se creía invulnerable con su Medicina y sus vacunas, pero un insignificante virus que salió de China nos atacó y nos descolocó. Esto ha generado una psicosis social que se ha mantenido pese a que ya la OMS ha declarado acabada la pandemia.

¿Se sigue actuando con miedo?

Sí, existe el resquemor de a ver si todo se desmadra otra vez y volvemos a la apocalipsis del coronavirus. Falta seguridad, sosiego y tranquilidad en las actuaciones. Pienso que en el coronavirus ha habido un exceso de precaución pero existen dos principios, el de precaución y el de proporcionalidad. Y muy a menudo aplicamos el primero y nos olvidamos del segundo. Las precauciones deben ser proporcionales, si no mataríamos las moscas a cañonazos. Lo que el Ministerio ha hecho es simplemente cubrirse en salud porque, insisto, imponer la mascarilla no te garantiza que no vaya a haber transmisión.

¿Impondría la mascarilla en determinadas situaciones? Por ejemplo, estoy resfriado, debo ponérmela.

Puede ser una medida. La distancia social, un metro de separación, puede ser tan útil como la mascarilla. Pero tenemos que cumplirla como también hay que hacer una buena higiene de manos, evitar las aglomeraciones y mantener los espacios ventilados. Yo no lo convertiría en un elemento de protección obligatorio y me pregunto cuándo vamos a volver a la situación del invierno de 2019 cuando había casos de gripe y de otras enfermedades respiratorias y no generábamos ningún problema.

¿Va a conseguir el cambio climático hacer una selección natural de la especie humana que no ha conseguido la covid?

No lo sé. Pero ya ha conseguido que especies de mosquitos tropicales ya estén aquí y hayan causado casos de dengue autóctonos. No sé si dentro de cinco mil años se va a producir otra glaciación, pero ahora mismo las patologías pueden estar asociadas a ese aumento de las temperaturas, a la tropicalización que tenemos. Puede ocurrir que cualquier virus, bacteria, hongo o parásito tenga unas condiciones ideales para producir nuevas epidemias o pandemias. Pero eso nadie lo puede predecir y mucho menos prevenir.

¿Qué opina de la aún no desarrollada Agencia de Salud Pública cuya creación se anunció en febrero de 2021?

He leído sobre ella lo que se publicó en el BOIB. Mi máximo temor es que sea una duplicidad con la dirección general de Salud Pública. La mayor parte de esta debería pasar a la Agencia porque si no no sé qué funciones podrá tener el nuevo organismo. De todas formas, la Salud Pública es la gran olvidada del sistema sanitario, independientemente del color político del que esté gobernando. La Salud Pública es muy discreta porque previene enfermedades, no las cura. Eso no da resultados visibles para ponerse medallas. Solo nos acordamos de ella cuando llega una pandemia.

¿No hemos aprendido nada de la última?

Nada. Porque si no, cuando, acabó, hubiéramos puesto en marcha recursos y estructuras para estar preparados por si vuelve a ocurrir. Y no lo estamos, nos volverá a pasar lo mismo.

¿A qué recursos se refiere?

A tener rastreadores formados que hagan su labor casa por casa, no por teléfono, por ejemplo. No sé si el mundo está ahora mejor preparado para afrontar otra pandemia, pero desde luego que este país, no. Se tendría que haber organizado un sistema de Salud Pública muy potente con recursos humanos y materiales para dar respuesta a una nueva pandemia del tipo que sea. Ya ha pasado y hay otras prioridades, estamos en manos de políticos y esto no interesa.

¿Qué medida sugiere?

Aquí no existe un auténtico sistema de inteligencia epidemiológica. Expertos que estén rastreando lo que ocurre por el mundo mediante fuentes directas e indirectas y que debería formar parte de la Agencia de Salud Pública. No sé si te acuerdas pero justo antes de empezar la pandemia hubo gente que luego participó en las estructuras de decisión del Govern que dijeron que la covid no estaba ni se la esperaba.

Tras asesorar al ministerio de Sanidad en gestión y prevención de riesgos epidemiológicos durante año y medio, regresó a Balears una semana antes de la pandemia. ¿No entró el comité de enfermedades infecciosas que se creó para manejarla?

No. Asesoré a la directora general de Salud Pública, Maria Antònia Font, pero trabajaba fundamentalmente con el servicio de Epidemiología, con Antoni Nicolau y con Jaime Giménez.

Tuvo un perfil más plano durante la pandemia. ¿Por qué?

Porque la semana anterior a que se declarase el estado de alarma, cuando ya se veía que estaba todo descontrolado, había tal cantidad de expertos en los medios de comunicación, que yo creo que en esa primera fase había más expertos que pacientes. Daba igual su especialidad o formación, había expertos que pontificaban lo que había que hacer epidemiológicamente. Y a mi eso me afectó profesionalmente, porque puedo entender que un virólogo me hable de la estructura del coronavirus, pero que opinasen sobre epidemiología y prevención y control de enfermedades infecciosas cada día en los medios de comunicación gente de disciplinas diferentes que nunca habían trabajado en ese tema, me afectó mucho. No quise participar en aquella verbena de a ver quién la dice más grande. Y además me pareció que, si lo hubiera hecho, habría participado en ese juego de la confusión. Pensé, que opinen ellos mientras yo trabajé a la sombra haciendo mis recomendaciones. Y eso también ayudó a que en octubre de 2021 decidiera jubilarme sin alargar mi vida laboral.

En su posición de espectador de esa verbena, ¿cuál fue la medida que consideró menos pertinente?

Bueno, Balears, como ámbito insular, tenía una estructura muy buena para haber aplicado el modelo neozelandés. Era muy estricto y, por su condición insular, bloqueó todo lo que entraba y todos los recién llegados eran llevados a un centro de cuarentena controlado por enfermeras, no se les dejaba circular. Eso consiguió que tuvieran poquísimos casos. Y sigo pensando que se pudo hacer lo mismo aquí. Que alguien te llamara por teléfono y que te dijese que como estás infectado no salieras de casa o te preguntara por el número de habitaciones que tenías para aislar a los enfermos del resto de la familia, no tenía ningún fundamento. Si un enfermo que viviera solo tenía que salir a comprar, no dudes de que salía. Y se ponía la mascarilla que tenía desde hace una semana. Ese control falló, se podía haber hecho mucho mejor.

¿Cómo?

Con una planta hotelera como la que tenemos que estaba cerrada. No digo hacer en un hotel un hospital medicalizado para enfermos graves, estos tenían que estar en un hospital. Para los enfermos leves que estaban en sus casas, para los contactos en cuarentena yo hubiera utilizado la planta hotelera dándole a cada uno una habitación y estando controlados por personal de enfermería y supervisando que no salieran.

¿Y los confinamientos perimetrales de barriadas enteras?

Otra medida inútil. ¿Crees que los de Pere Garau no salían a trabajar a otras zonas de la ciudad si no había un cordón físico policial que les impidiera hacerlo? Confiaban en la buena voluntad de la gente y esto no es así. Lo de la planta hotelera hubiera permitido desarrollar mucho más actividad normal ajena a la pandemia porque tenía a la población afectada de manera leve y a las cuarentenas controladas.

¿Cree que esta medida hubiese acortado la pandemia en Balears?

Aquí sí, pero como el virus estaba extendido por todo el mundo, en el momento en que volvieran a entrar barcos, aviones y gente nos encontraríamos en la misma situación. Pero se hubiera gestionado de manera más eficiente, menos descontroladamente.

Antonio Pareja, preventivista y epidemiólogo: "En estos momentos yo no haría obligatoria la mascarilla en Baleares"

Antonio Pareja, preventivista y epidemiólogo: "En estos momentos yo no haría obligatoria la mascarilla en Baleares" / Guillem Bosch

«Tenemos que admitir que hemos fracasado con la campaña de vacunación»

¿La renuencia de la gente a vacunarse es una factura de la covid? 

Entiendo que la gente por hartazgo se esté vacunando menos, pero ha de quedar claro que si bajamos el nivel de protección con las vacunas, habrá repuntes de enfermedades. 

¿En qué ha fallado la campaña de este año?

Creo que el ministerio de Sanidad y las diferentes comunidades autónomas deberían haber hecho una campaña de promoción muy intensa desde el pasado verano sabiendo que ya existía ese hartazgo. Haber invertido más esfuerzo. Tenemos que admitir que hemos fracasado porque hemos sido incapaces de estimular y mantener los niveles de vacunación anteriores. Algo no se ha hecho bien. O nos hemos relajado o también estábamos cansados nosotros. Anunciar que uno se podía vacunar sin cita quizá habría que haberlo hecho desde el principio de la campaña de vacunación, idear nuevas estrategias para captar a más gente...

¿Se ha vacunado?

De las dos, como siempre. Creo en las vacunas firmemente.

«Estoy convencido de que los virus tienen instinto de supervivencia, no son tontos»

¿Va a ser la resistencia bacteriana a los antibióticos el próximo problema sanitario?  

Lo está siendo ya. Ya hay bacterias que son panresistentes, que son inmunes a todos los antibióticos por lo que tienes que buscar una combinación de varios o aumentar mucho la dosis hasta rozar la toxicidad de ese medicamento. No es un problema futuro sino presente.

¿Están estos microorganismos multirresistentes solo en los hospitales? 

Se forman en ellos como consecuencia de su instinto de supervivencia frente a los potentes antibióticos que usamos en los hospitales, pero no descarto que estén también circulando ya por la comunidad. No provocan una enfermedad porque los porta una persona sana que se puede haber contagiado al visitar a un familiar hospitalizado pero que, en cualquier momento, puede trasmitirlo a una frágil y causarle problemas.

¿Podría surgir algún patógeno que combinase la contagiosidad del SARS-CoV-2 con la letalidad del ébola?

Sí, en cualquier momento y en cualquier lugar. ¿Es probable? No tengo ni la menor idea. Pero hay un paradigma epidemiológico que es que los virus, y las bacterias, cuando pasan por tejidos susceptibles se reactivan muchísimo. Es decir, si es un virus nuevo y pasa por mi cuerpo virgen para él, se reactiva, se multiplica, sale y es potentísimo. Si ese mismo virus lleva entre nosotros diez años, los tejidos le dan caña cuando pasa por ellos porque ya han estado expuestos. Para el coronavirus SARS-CoV-2 éramos vírgenes y nos daba por todos los lados porque nuestro organismo no tenía ningún arsenal contra él.

Los virus, ¿son seres vivos? Hay quien defiende que no por su incapacidad para reproducirse. 

Es un ser biológico. No se pueden reproducir porque son intracelulares, pero cuando tienen una célula se reproducen. A un escalón todavía más bajo, los priones, los de las vacas locas, son cadenas de aminoácidos que tienen capacidad de replicarse. ¿Es un virus un ser vivo? Bueno, dentro de la escala biológica, de los más pequeños. Pero tienen vida y la basta una gotícula con una célula para replicarse. Por eso no destruyen todo, para poder seguir replicándose. Yo tengo el convencimiento de que tienen instinto de supervivencia, no son tontos.

¿Qué microorganismos son más peligrosos, los virus o las bacterias?

Las bacterias las podemos combatir con antibióticos, si no son panresistentes, por lo que me podría dar más miedo un virus. Pero mientras que los virus requieren de unas condiciones muy especiales para su multiplicación. Las bacterias pueden sobrevivir muchísimo más tiempo fuera de un organismo vivo. Personalmente tengo más simpatía por las bacterias porque he trabajado en Son Llàtzer con las multirresistentes.

¿Una infección vírica carece de tratamiento?

En cualquier infección actúa el sistema inmunitario personal, sin nada más, a palo seco. Eso es la curación espontánea de una infección. Hemos encontrado ayudas con los antibióticos, los antivíricos y los antifúngicos, pero todos son ayudas a tu sistema inmunitario, estimuladores para que tenga más inmunoglobulinas, por ejemplo para el tétanos. Pero finalmente quién acaba con la infección es tu sistema inmunitario, con ayuda externa o sin ayuda. Pero sin esa ayuda externa antes la mortalidad que causaban era mucho mayor. Te morías por infecciones de bacterias banales.

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