Día Internacional de la Persona Migrante: «La patera es lo más duro que he vivido, en un día nos quedamos sin agua, sin comida y sin gasoil»

Mohamadou G., Mahamadou, Mahamadou O., Ibrahim, Mamadou y Diougouba son jóvenes  malienses que han sido reubicados en Badalona tras llegar a Mallorca en patera.  | JORDI COTRINA

Mohamadou G., Mahamadou, Mahamadou O., Ibrahim, Mamadou y Diougouba son jóvenes malienses que han sido reubicados en Badalona tras llegar a Mallorca en patera. | JORDI COTRINA / Mar Ferragut

Elisenda Colell

El pasado 15 de octubre Mohamadou O., Ibrahim, Mohamadou G., Mamadou, Mahamadou y Didugouba, seis jóvenes de Malí, fueron rescatados por Salvamento Marítimo en aguas baleares de la patera en la que viajaban.

En noviembre ya estaban en Badalona, adónde habían sido trasladados y explicaban su temor a quedarse en la calle ante la imposibilidad de pedir asilo, aunque nada supera al miedo que pasaron durante el precario viaje en el mar: «La patera es una de las cosas más duras que he vivido: pensé que me moriría», se sinceraba Momahadiu O. : «En menos de 24 horas nos quedamos sin gasoil, sin agua y sin comida. No sé cómo aguanté pero cuando llegamos apenas podía andar».

"No sé muy bien cómo, pero sobrevivimos", añadía Ibrahim, nacido en 2001. Recordaban el barco de Salvamento Marítimo que los interceptó a la deriva y los llevó hasta Palma de Mallorca, una ciudad que muchos de ellos confunden con Las Palmas de Gran Canaria, de ahí la confusión. También inolvidable la primera llamada a casa al pisar tierra europea. Algunos de los jóvenes escaparon de Malí sin explicar que se iban a jugar la vida en el mar. La familia ya los daba por muertos. Otros reconocen que su destino ya estaba escrito. "Al hermano mayor le toca migrar a Europa para ayudar a la familia", decía Mamadou.

 Recordaban también el durísimo periplo atravesando el desierto hasta llegar a Argelia.Apenas hablan francés, ninguno de ellos ha podido ir a la escuela ni estudiar porque en casa no sobraba el dinero. Desde pequeños trabajan en el campo o en la construcción. Se expresan en 'soninkey gracias a un compatriota logran hacerse entender en español. El que traducía el testimonio de sus compañeros de ivaje les escucha con el corazón en un puño. Él tuvo que presenciar la muerte de su mejor amigo en un cayuco camino a Las Canarias hace dos años. Oír ahora otra vez las mismas historias le revuelve el estómago.

"Nos duele mucho hablar de esto pero es la única forma que tenemos para que alguien nos ayude", insistía Mohamadou G., el mayor del grupo. Es el único que se atrevía a explicar su travesía en el desierto del Sahel y del Sáhara. "Nos metían a todos los negros en un autobús: nos robaban y nos decían, que si no hacíamos lo que querían, nos matarían", contaba el mayor. Hay un recuerdo que le rompió al relatarlo: cuando lo amenazaron con un cuchillo: "Me dijeron que me iban a degollar como a un animal".