Condenan al Consell por un accidente al cruzar dos cabras una carretera

Los animales estaban sueltos y lograron entrar en el tramo rodado, golpeando a un vehículo en el tramo circulatorio de Cala Figuera

El accidente ocurrió en la autovía hacia Cala Figuera. |

El accidente ocurrió en la autovía hacia Cala Figuera. | / j.f.mestre. palma

El Consell de Mallorca tendrá que asumir la responsabilidad derivada de un accidente de tráfico ocurrido hace cinco años en la carretera entre Palma y Cala Figuera (Calvià). El accidente se produjo porque dos cabras silvestres lograron entrar en el tramo rodado de la carretera, en el justo momento que circulaban dos vehículos. Los dos animales se estrellaron contra los coches, muriendo a la vez. Uno de los vehículos sufrió graves desperfectos y su propietario decidió recurrir a los tribunales, porque entendía que no podía asumir la responsabilidad del accidente porque no había sido culpa suya, sino por el deficiente mantenimiento y seguridad de la autovía. El conductor reclamaba el pago de la factura de la reparación del vehículo, que ascendía a 1.881 euros. Un juez de Palma ha dado la razón a este conductor y ha condenado al Consell de Mallorca, como máximo responsable del mantenimiento de este tramo de la vía de circulación, a que asuma los costes de esta importante reparación.

El accidente ocurrió en la carretera MA-1, entre Palma y Cala Figuera, a la altura de esta última localidad. De pronto, los dos animales invadieron la autovía por un espacio que no se encontraba vallado, golpeando contra los dos vehículos. Los conductores se quejaron de que no había colocada ninguna señal de peligro que pudiera advertir de la posible presencia de animales.

Aunque el accidente ocurrió sobre las ocho de la tarde, el Consell de Mallorca ya tenía conocimiento de la presencia de las dos cabras, al menos, dos horas antes. De hecho, personal de mantenimiento acudió al lugar, pero no localizaron a los animales porque ya se habían ido. Cuando volvieron por segunda vez, ya que se encontraron con las cabras muertas, al ser arrolladas por los dos coches.

La sentencia recuerda que es obligación de la administración mantener la autovía en unas condiciones de seguridad para los conductores, que no están obligados a soportar la posibilidad de que de pronto puedan aparecer animales, que invaden los carriles de circulación.

El Consell de Mallorca, para rechazar su responsabilidad, sostenía que el incidente se produjo en una zona montañosa  (cuando ello no era cierto), por lo que siempre existía la posibilidad de que puedan aparecer cabras que se mueven en libertad por las fincas colindantes con el tramo de circulación.

La sentencia reprocha al Consell que el accidente no se produjo en un tramo montañoso, sino en una zona normal de circulación. A esta carretera, además, no se puede entrar a través de ninguna finca colindante. También se incide en que en estas vías no era previsible que, de pronto, aparezca algún animal que invada la calzada. Y tanto es así que a ningún conductor se le ocurre mantener una atención especial cuando atraviesa esta zona ante la posible presencia de animales.

La jueza también cuestiona que el Consell conocía horas antes del siniestro que habían visto dos cabras accediendo a la carretera. Era el indicativo de que existía una situación de peligro para los conductores. Por ello, critica la sentencia que los trabajadores no mostraran una mayor persistencia para encontrar a los dos animales.

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