Los parques fotovoltaicos autorizados en Mallorca desde 2020 consumen 7,1 millones de metros cuadrados de suelo rústico

En cuatro años se ha dado luz verde a 62 instalaciones con una superficie equivalente a mil campos de fútbol

Instalaciones fotovoltaicas en Mallorca

Instalaciones fotovoltaicas en Mallorca / BERNARDO ARZAYUS

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Los parques fotovoltaicos autorizados en Mallorca durante los últimos cuatro años ocupan una superficie total de 7,1 millones de metros cuadrados de suelo rústico, según los datos facilitados por el Consell Insular. Como referencia, equivalen a un millar de campos de fútbol (suelen medir unos 7.000 metros). Durante el periodo 2020-2023 se ha dado informe favorable a 62 de estas instalaciones, cuya superficie media ha sido de 115.457 metros cuadrados.

La información aportada por este organismo evidencia además el boom que se ha vivido en la implantación de estas instalaciones de energías renovables. Durante 2020 se dio informe favorable a 11 parques con una superficie total de 703.228 metros cuadrados. En 2021 se alcanzaron los ocho proyectos, pero el suelo rústico total consumido ascendió a 880.324 metros. En 2022, los 17 expedientes informados supusieron una superficie de 1,3 millones de metros cuadrados. El gran salto se ha producido este año, con 26 proyectos y una superficie de 4,2 millones de metros cuadrados. Es durante el presente ejercicio cuando se registran los proyectos con un consumo de suelo rústico medio más elevado, con 164.217 metros por instalación.

Municipios

Si se analiza la situación de estos parques fotovoltaicos por municipios, en esos cuatro años se han registrado 14 proyectos en Palma, al que sigue Llucmajor con ocho. Se pueden destacar los cinco de Inca, o los tres de Manacor, cifra esta última que también se ha dado en Marratxí y Petra. Con dos parques aparecen Capdepera, Felanitx, Muro, Porreres, Sant Llorenç, Santa Margalida y Santa Maria. El resto se reparten por diferentes municipios de la isla.

Autorizaciones

Un aspecto a tener en cuenta es que los parques fotovoltaicos cuya superficie supera las 20 hectáreas deben de ser autorizados por el Govern, pero el Consell de Mallorca debe de hacer un informe que es vinculante, por lo que puede ejercer un veto sobre estos proyectos. En cualquier caso, aproximadamente el 90% de estas iniciativas quedan por debajo de esas dimensiones.

En los que se mueven entre las ocho y las 20 hectáreas, es el Govern el que decide en solitario, ya que en estos casos el informe del Consell es solo preceptivo pero sin capacidad de bloqueo. Este grupo de instalaciones fotovoltaicas son las mayoritarias.

Finalmente, en las de menos de ocho hectáreas, es el Ejecutivo balear el que da luz verde, pero se trata de una situación provisional. En el caso de estas instalaciones más pequeñas, el Consell Insular debe de aprobar una modificación del plan territorial para fijar la zonificación de estos parques, fijando los espacios en los que se podrán ubicar, y una vez dado este paso la palabra definitiva la pasarán a tener los Ayuntamientos.

Zonificación

Sin embargo, esta zonificación sigue a la espera. El anterior Gobierno insular del Pacto fijo un borrador sobre esta materia pocas semanas antes de las últimas elecciones autonómicas y locales, pero no tuvo tiempo de aprobar la citada modificación del plan territorial de Mallorca. Y los actuales responsables de esta institución consideran que el trabajo que han recibido presenta deficiencias que deben de ser subsanadas. El trabajo de revisión que se está realizando y los trámites que quedan pendientes hacen que difícilmente esta zonificación pueda quedar aprobada hasta mediados de la presente legislatura, según las estimaciones realizadas por ese organismo.

Se pone de relieve que el hecho de determinar las zonas en los que los parques más pequeños van a poder ubicarse con la autorización de los Ayuntamientos afectará a una cifra minoritaria de los mismos, por lo que no se va a resolver totalmente la cuestión de determinar los lugares que pueden ocupar.

Por ello, se señala la extrañeza ante el hecho de que desde los grupos de oposición se esté optando por abstenerse a la hora de votar estas iniciativas hasta que la zonificación esté concluida, dado que ésta afectará a una parte minoritaria.

En cualquier caso, tras el boom de los últimos años se prevé que la cifra de solicitudes comience a tocar techo para entrar en una senda descendente.

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