Maltratador reincidente

Una víctima de violencia de género relató en el juicio contra su expareja: «Discutimos, me cogió del cuello y perdí el conocimiento»

Un joven de 26 años, con cinco condenas anteriores por violencia machista, se sentó de nuevo en el banquillo de los acusados. Se enfrenta a siete años de cárcel por maltrato. La víctima relató en el juicio cómo él intentó estrangularla en la cama

El joven acusado, de 26 años, durante el juicio celebrado en Palma.

El joven acusado, de 26 años, durante el juicio celebrado en Palma. / DM

Redacción

«Estábamos viendo una serie de noche en la cama. Empezamos a discutir los dos, él se alteró, me cogió del cuello con las dos manos y perdí el conocimiento». Una víctima de violencia de género relató en el juicio contra su expareja uno de los episodios más graves que le tocó vivir en la madrugada del 11 de marzo de 2024 en la habitación en la que residía en Manacor. La joven rememoró el momento en el que fue estrangulada: «Me cogió del cuello y cuando yo iba a gritar él me tapó la boca. Me desmayé y no pude gritar», aseguró la perjudicada, muy afectada. «Nunca le había denunciado, nunca he ido al médico, nunca le he contado a nadie las agresiones», reconoció la mujer.

«Esa noche, primero me dio una bofetada en la cara. Yo le agredí, le arañé y le cogí del pelo. Entonces, él me agarró del cuello. Dejé de respirar, él me soltó y se fue», recordó la víctima. Según su versión, el agresor se marchó del domicilio a una gasolinera en busca de tabaco. «Al cabo de una hora u hora y media, volvió. Luego, volvimos a discutir. Me agredió, me dio tirones en el pelo y me golpeó en la cara», detalló.

El sospechoso, de 26 años y que está preso, acumula cinco condenas anteriores por violencia machista en poco más de año y medio que vive en España. En esta ocasión, volvió a sentarse en el banquillo de los acusados en los juzgados de Palma por intentar estrangular a su excompañera sentimental y agredirla en reiteradas ocasiones, pese a que tenía prohibido acercarse a ella. La fiscal y la abogada de la acusación particular solicitaron para él siete años de cárcel por cinco delitos de maltrato, quebrantamiento de condena y amenazas, todos ellos con la circunstancia agravante de reincidencia. Por su parte, la defensa pidió la libre absolución y, de forma subsidiaria, una condena de trabajos comunitarios.

El encausado negó los hechos. El muchacho rechazó haber agredido a su entonces pareja, así como haberla amenazado en 2024. Sin embargo, sí que admitió que anteriormente había sido condenado por maltratarla. «Esos hechos los reconocí, pero desde entonces, después del 22 de junio de 2023, no la he vuelto a agredir», manifestó el joven. El sospechoso explicó que el pasado 11 de marzo acudió al domicilio de la hermana de la perjudicada a buscar unas llaves y el dinero que le había dado a su pareja. «No tenía dónde dormir ese día. Me quedé a 200 o 300 metros de la casa», se defendió el hombre, quien alegó que creía que estas acusaciones respondían a una manipulación por parte de la perjudicada.

La víctima, que fue valorada por la Policía Nacional como de riesgo extremo, por lo que se le dio la máxima protección las 24 horas del día, trató de justificar a su agresor. «Nos amábamos y me merecía la pena el riesgo. Pensaba que él iba a cambiar. No eran todos los días. Era en ciertas ocasiones. Discutíamos. Eran discusiones de pareja», intentó minimizar la joven. Según su versión, ambos estuvieron conviviendo unos días en marzo de 2024, pese a la prohibición que él no podía aproximarse.

Al día siguiente de que el encausado la intentara estrangular, ella fue a casa de su hermana. «Por la tarde él vino a casa de mi hermana para pedirme el dinero que me había dejado. Yo me metí en la habitación para evitar discutir. Mi hermana le dijo que le daba el dinero. Por la noche, él gritaba ‘cuando llegues a casa ya verás lo que te va a pasar’. Entonces, mi hermana me dijo que había que llamar a la Policía. Las dos avisamos a la Policía», dijo la víctima.

Días antes, el 3 de marzo, la joven indicó que su pareja le pegó un puñetazo, ella cayó al suelo y entonces recibió patadas. Y el 9 de marzo volvieron a discutir. «No recuerdo que me pegara un puñetazo. Ese día me maquillé un poco más para taparme un poco la cara», apuntó. Dos semanas antes, la mujer sufrió una crisis. «Él me levantó la mano y se fue. No me pegó», añadió la perjudicada.

Su hermana ratificó que el joven golpeó la puerta de su casa y profirió amenazas. «Las dos teníamos mucho miedo», admitió ante la sala. La Policía Nacional montó una vigilancia especial ante la gravedad del caso de violencia machista y, horas después, detuvo al sospechoso en las inmediaciones del domicilio. La fiscal destacó la «dependencia absoluta» de la joven hacia su maltratador. El caso quedó visto para sentencia.