La construcción en Baleares prevé sufrir durante 2024 una caída en su actividad

Se descarta que se produzca un desplome de los proyectos pero se admite el impacto del encarecimiento de las hipotecas y de la guerra de Gaza

Los constructores pronostican una reducción de las obras durante el próximo año.

Los constructores pronostican una reducción de las obras durante el próximo año. / B. Ramon

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

El golpe se espera para 2024, con un recorte en los niveles de actividad de la construcción vinculado al aumento en los tipos de interés de las hipotecas y al previsible encarecimiento de los combustibles y de los materiales debido al conflicto que se ha abierto en Gaza, según señala la directora de la asociación de constructores de Baleares, Sandra Verger. Aunque se vaticina una reducción en la cifra de proyectos que se ejecutarán durante el próximo año, por el momento se descarta un grave desplome de los mismos, según se desprende de la reunión mantenida el pasado miércoles por parte de empresarios de este sector.

Verger reconoce la enorme incertidumbre existente en estos momentos, y señala que las conclusiones a las que se ha llegado en el sector es que la actividad se va a ralentizar durante el próximo año debido a la creciente dificultad de las familias para financiar la adquisición de una vivienda debido al encarecimiento de los créditos, y el aumento de los costes derivado del conflicto en Oriente Próximo, lo que también puede hacer que los promotores inmobiliarios retraigan sus inversiones.

Aunque se habla de un descenso, se evita utilizar el término desplome, por considerar que la edificación de viviendas de alto nivel está mostrando una apreciable fortaleza, según opinan también los responsables de CCOO y de UGT. Además, los constructores destacan que las obras derivadas de las viviendas a precio limitado impulsadas por las nuevas medidas del Govern ayudarán a paliar esta situación, aunque reconocen que su optimismo es mucho más moderado que el de los promotores, y ponen en duda que durante la presente legislatura vayan a provocar la puesta en marcha de 2.000 o 3.000 pisos, como han pronosticado estos últimos.

En cualquier caso, un aspecto a tener en cuenta es que durante los ocho primeros meses de este año la inversión privada en la construcción de Mallorca ha presentado una evolución al alza, con un crecimiento del 2,5% respecto al mismo periodo de 2022, al alcanzar los 740,9 millones de euros. Pero se trata de una subida que se sustenta exclusivamente en la edificación de viviendas, frente a un descenso en el capital destinado a las reformas y construcción de equipamientos turísticos, al igual que los comerciales o de oficinas.

En concreto, la inversión en la construcción residencial de Mallorca ha alcanzado en esos ocho primeros meses un valor de 574,1 millones de euros, con un crecimiento interanual del 6,6%. Se ha logrado aumentar esos fondos pese a que el número de viviendas edificadas con ellos se ha reducido, al pasar de las 1.660 de 2022 a las 1.392 de este año, con una bajada del 16,1%. Eso supone que se están levantando menos residencias pero más caras, lo que no favorece a las empresas del sector.

Pero esta evolución positiva por lo que ha inversión privada se refiere es la excepción. Por lo que respecta a la construcción turística, la bajada es de un 13,6%, después de que en esos ocho primeros meses de este año se haya limitado a 89,4 millones de euros. Eso supone un recorte en la modernización hotelera, pero también refleja la moratoria existente que paraliza los nuevos proyectos, según se señala.

En el apartado de instalaciones industriales, comerciales o de oficinas, esa inversión se cifra en 77,4 millones, lo que implica un descenso del 4,3% en relación al pasado ejercicio.

Obra pública

A ello hay que sumar una reducción en la inversión que realizan las Administraciones, en este caso en el conjunto de Baleares (todavía no se dispone de los datos por islas para comparar), con 324,6 millones de euros, lo que implica un descenso del 19,9%.

La mayor caída aparece en la inversión estatal, con 84,2 millones de euros, lo que conlleva un recorte del 56,7%. También bajan, aunque de forma más moderada, los fondos destinados por el Govern, con 94,2 millones de euros y un descenso del 6,8%.

La excepción aparece en la inversión de los Consells Insular y los Ayuntamientos, que crece hasta los 146,2 millones de euros, con un alza del 33,4%.

Pero aquí aparece un problema y es que aunque ese valor de los proyectos públicos de ámbito local aumenta, son también los que en mayor número se declaran desiertos al no aspirar a ellos ninguna empresa debido a que no se ha tenido en cuenta el aumento de los costes del sector.

Entre enero y mediados de este mes, han quedado desiertos en Baleares 72 proyectos, por un valor de 60,9 millones de euros, mientras que la cifra de Mallorca es de 48 por un importe de 35,4 millones.

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