IB-Salut y Col·legi de Metges tratan el auge de las agresiones telemáticas

Pide juicios rápidos y ejemplarizantes y extender el delito de atentado a la autoridad al ámbito privado

Alfredo Rodríguez, interlocutor policial, la doctora Rosa Robles y Víctor Fernández, del IB-Salut.

Alfredo Rodríguez, interlocutor policial, la doctora Rosa Robles y Víctor Fernández, del IB-Salut. / COMIB

Redacción

Como casi todo de la mano de las nuevas tecnologías, las instituciones han detectad o un aumento de las agresiones por vía telemática al personal médico. Las redes sociales, amparadas teóricamente en el anonimato, han podido animar a pensar que agredir en cualquiera de sus formas sale gratis. Afortunadamente, las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado ya están persiguiendo también con eficacia este tipo de agresiones.

La doctora Rosa Robles, secretaria general del Col·legi Oficial de Metges de les Illes Balears (COMIB) se reunió ayer en la sede colegial con Víctor Fernández, jefe de servicio de Seguridad de los Profesionales del IB-Salut, y con Alfredo Rodríguez, interlocutor policial sanitario territorial, para analizar la situación de las agresiones en el ámbito sanitario. 

En la reunión se acordó continuar con las campañas de concienciación sobre las agresiones a sanitarios y sus consecuencias, reforzar las medidas de seguridad en los centros sanitarios, desarrollar programas formativos sobre cómo afrontar estas situaciones, seguir solicitando la misma consideración jurídica para las agresiones en el ejercicio privado de la profesión y conseguir que los procedimientos judiciales sean rápidos, expeditivos y ejemplarizantes.

El COMIB, en un comunicado en el que informó de la reunión, recordó que los ciudadanos deben hacer un uso adecuado de los servicios sanitarios, «respetando los derechos y asumiendo los deberes, en un ambiente de mutua cordialidad, confianza y respeto, lo que aportará inmensos beneficios a nuestro sistema sanitario, porque toda agresión sufrida en el contexto de la atención recibida va a suponer una fractura en la relación médico-paciente tan necesaria para poder obtener un buen resultado del acto médico».

La institución colegial ofrece su apoyo a través del Observatorio de Agresiones, que recoge estos actos y efectúa un seguimiento del caso, como hace habitualmente cuando tiene conocimiento de actos violentos contra profesionales médicos.

Además, se incide en que, ante una situación de agresión, el colegiado afectado puede comunicarlo al Observatorio de Agresiones del COMIB, desde el cual, junto a otros departamentos implicados, se seguirá un procedimiento de ayuda y apoyo, de ámbito tanto personal como profesional y legal.

Una agresión o intimidación grave a un médico puede ser constitutiva de un delito de amenazas, coacciones o lesiones, constituyendo un delito de atentado a la autoridad regulado en los artículos 550 y 553 del Código Penal, pudiendo acarrear penas privativas de libertad de seis meses a tres años.