El exjefe de la Policía Local de Calvià será juzgado el próximo 16 de octubre

José Antonio Navarro rechaza las acusaciones de cohecho que le imputa la fiscalía

Navarro estuvo varias semanas en prisión por estos hechos

Navarro estuvo varias semanas en prisión por estos hechos / G.Bosch

El juicio contra el exjefe de la Policía Local de Calvià, José Antonio Navarro, se iniciará el próximo día 16 de octubre y está previsto que se prolongue durante tres semanas. Este calendario se ha aprobado esta mañana en el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia, que había citado a los seis acusados de esta rama de corrupción que se sitúa en el municipio de Calvià.

El fiscal Tomás Herranz, el mismo que ha actuado en el juicio del caso Cursach y en la vista contra Penalva y Subirán, ha asumido esta mañana la representación de este caso, que juzga unos hechos que ocurrieron hace nueve años. Además de Navarro, se sentarán en el banquillo el exjefe de la Policía Local de Marratxí, Antonio Ledesma, los policías locales Antonio de Santos y Miguel Pallicer, y los empresarios Juan Ferriol y Juan Miguel Lunas.

Esta mañana los abogados defensores han confirmado que no se conforman con la acusación que presenta el fiscal que, inicialmente, mantendrá la misma acusación en un proceso en el que intervino el exfiscal Miguel Ángel Subirán.

Los hechos se sitúan en el mes de agosto del año 2013. En la madrugada del día 31 se organiza un operativo de control de locales de ocio, en el que interviene la Policía Local y la Guardia Civil. La fiscalía afirma que los dos policías locales, De Santos y Pellicer, realizaron una inspección en uno de los locales de Magalluf, en la calle Punta Ballena. Los agentes quitaron la música, obligaron a encender las luces, separaron a los trabajadores de los clientes, se realiza una batida con un perro adiestrado para detectar drogas. En un momento determinado el can localiza un envoltorio con cocaína, que previamente había sido colocado por uno de los policías, que fue escondido bajo los cojines de un sofá, según se pudo apreciar en la grabación de la cámara de seguridad del negocio. La fiscalía asegura que los policías no realizaron ningún acta sobre esta incautación e interpreta que esta actuación tenía por objetivo dificultar la competencia de este negocio frente a otros bares. Los dos policías le mostraron a los dueños del establecimiento el envoltorio de la cocaína y les dijeron que se había hallado en el bar, aunque no lo plasmaron en ningún atestado.

Los propietarios del negocio de ocio pidieron una reunión en el Ayuntamiento de Calvià, a la que acudió, entre otros, el entonces jefe de la Policía Local, José Antonio Navarro. Le mostraron el vídeo y Navarro, no solo se negó a investigar los hechos, sino que les dijo a los empresarios que si daban publicidad a estos hechos en la prensa, el Ayuntamientos actuaría contra ellos.

Además de ser jefe de la Policía Local de Calvià, José Antonio Navarro desarrollaba al mismo tiempo otra actividad privada. Trabajaba en una gestoría, dirigida por el también funcionario policial, Antonio Ledesma, que ocupó el cargo de jefe de la Policía de Marratxí. Esta gestoria se encargaba de tramitar la documentación de las contrataciones de los empleados que trabajaban en otros locales de ocio de Calvià, así como las nóminas de los empleados. Eran establecimientos de un grupo empresarial determinado y los locales que explota debían ser controlados por la Policía Local de Calvià, dirigida por Navarro. La fiscalía mantiene que Navarro y Ledesma cobraban seis mil euros cada dos meses, que se repartían. El pago lo realizaban los empresarios Juan Ferriol y Juan Miguel Luna.

Tanto José Antonio Navarro, como Antonio Ledesma se enfrentan a una condena de seis años de prisión por varios delitos, entre ellos el de cohecho. Para los policías locales que intervinieron en el registro del comercio se solicita casi tres años de prisión, mientras que para los dos empresarios que contrataron a los dos jefes policiales se reclama también seis años de prisión por cohecho.

Esta mañana, en la reunión previa que ha mantenido el fiscal Herranz (que se ha ausentado del juicio contra Penalva y Subirán) con los abogados defensores se ha intentado limitar el número de testigos que habían sido citados a declarar en este juicio. Las partes se han muestro dispuestas a renunciar a muchos de estos testigos, que serán citados a un juicio que se prevé largo y que se prolongará unas tres semanas.