Conservatorio Superior de Música de Baleares: malestar entre los docentes por la imposición de un profesor asociado como director

El precipitado relevo de Josep Francesc Palou y el nombramiento de Felipe Aguirre como director no ha pasado por la votación del claustro

Antoni Alcover, Josep Ribot, el conseller Antoni Vera, Felipe Aguirre, Beatriz Tirado i Xisco Garcia.

Antoni Alcover, Josep Ribot, el conseller Antoni Vera, Felipe Aguirre, Beatriz Tirado i Xisco Garcia. / CAIB

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

El nombramiento del profesor asociado Felipe Aguirre como director y del nuevo equipo directivo al frente del Conservatorio Superior de Música de Baleares ha generado malestar entre los docentes de la institución, que lo han recibido como una imposición de la conselleria de Educación.

El problema no es solo que el relevo se haya hecho de forma precipitada y sin tener en cuenta la voluntad del claustro. También ha provocado quejas la elección de un profesor asociado como director, cargo que debería estar ocupado preferentemente por un docente titular que, como tal, tenga dedicación exclusiva y jornada completa. De hecho, es la primera vez que se escoge a un docente asociado para liderar la institución.

Según explican fuentes del Conservatorio, el equipo directivo lo nombra el patronato de la Fundación para los Estudios Superiores de Música i Arts Escènicas de Baleares (Fesmae), liderado por el conseller de Educación. Es legal, por tanto, que el titular del departamento renueve toda la dirección del centro sin que pase por el visto bueno del claustro. Sin embargo, el anterior conseller, Martí March, había llegado a un acuerdo ‘no escrito’ con el cuerpo docente del Conservatorio para que el nombre del director y su equipo se votara entre todos los profesores.

Con el giro en la conselleria de Educación, desde hace dos meses dirigida por Antoni Vera, ha cambiado también el modus operandi para designar al equipo directivo y esta última vez se ha obviado la votación. El nombramiento escogido por Vera se ha aprobado por el plazo de un año; durante este tiempo, la idea es dar luz verde a unos nuevos estatutos que establezcan la forma de seleccionar al equipo directivo, lo que también genera expectación entre los docentes.

El titular de Educación agradeció ayer en un comunicado al anterior equipo (liderado por Josep Francesc Palou, cuyo nombramiento provisional de dos años acaba de caducar) la «dedicación» que ha demostrado durante su mandato. Sin embargo, también aseguró que con esta nueva dirección espera «revertir la tendencia a la baja de las nuevas matriculaciones», que desde 2021 han pasado de 193 a 157 en este último curso.

El conseller también confía en que el equipo de Aguirre incorporará nuevos estudios, creará más másteres y posgrados o incluso colaborará para unificar el Conservatorio Superior, la Esadib y la Escuela de Diseño bajo un solo organismo, el Instituto de Enseñanzas Superiores de Baleares.

Con todo, lo que de momento ha generado el nombramiento de Josep Ribot como director adjunto, Beatriz Tirado como jefa de estudios, Xisco Garcia como secretario y Felipe Aguirre como director académico es cierto malestar entre el cuerpo docente, no por los nombres en sí, sino por la falta de democracia a la hora de designarlos.

Además, la premura y la falta de antelación ha hecho que los profesores que sustituían al equipo directivo saliente, que ahora ha regresado a sus plazas, se queden sin trabajo casi de un día para otro. El conseller, por su parte, ha tratado de calmar el ambiente y se ha comprometido a que ninguno de estos docentes se quedará sin empleo.

Suscríbete para seguir leyendo