Vuelta al cole en Baleares: "Tengo muchas ganas de volver a ver a mis amigos"

"Estoy muy contento de volver al cole para ver a mis amigos", afirma Diego Pérez, alumno de Primaria del Colegio Aina Moll de Palma. Son las ocho de la mañana, todavía falta media hora para entrar al centro, pero Diego ya está esperando fuera junto a su padre para que dé comienzo el curso escolar. "Lo que más me apetece es volver a ver a mis compañeros, lo que menos estudiar", explica Noam Sastre, otro estudiante de sexto de primaria.

Hoy, cerca de 160.000 alumnos han regresado a las aulas en Balears después de las vacaciones de verano. "Ha sido un poco duro, cuando ha sonado la alarma nos ha costado despertarnos" admite entre risas Bel Maria, madre de un niño de nueve años. A pesar de la dificultad de volver a la rutina y los nervios del primer día, la sensación de alegría e ilusión invade los rostros de los niños, que se reencuentran con sus amigos en las aulas.

"Está super contenta, tenía muchas ganas de venir durante todo el verano", admite Marcos Aros, padre de una niña de cinco años que hoy arranca su experiencia en el colegio. Un curso escolar que empieza con un total de 159.905 alumnos, es decir, 1.711 estudiantes más que el año pasado, matriculados todos ellos en los 384 centros públicos y concertados de educación Infantil, de Primaria y Secundaria del archipiélago. En cuanto al número de profesores, el curso arranca con la mitad de docentes que anunció la conselleria de Educación. Serán 1.225 nuevos profesores los que se estrenen este curso y no los 2.148 que anunció el Govern por error. La cifra global de profesores de Baleares asciende a 14.520 personas.

La alegría también se traslada a los padres, felices de que los más pequeños de la casa vuelvan a la rutina tres meses después. "Está muy bien volver a tener una serie de hábitos. Es preferible que estén en el colegio estudiando y no tanto tiempo en casa", expresa Joel Bis Pérez. Una opinión que comparte Bel Maria. "Es importante que lleven una rutina en el día a día, después de tanto tiempo sin hacer nada en verano ya se aburrían un poco".

No obstante, las caras de felicidad también se mezclan con algunos gestos de desánimo y tristeza entre los adolescentes al volver a las obligaciones escolares tras tres largos meses de desconexión. "Estoy un poco triste porque ya volvemos al cole y tendremos que estudiar, eso no me gusta nada la verdad. Lo que más me apetece hacer es Educación Física, lo que menos Catalán e Inglés", detallla Noam Sastre.

Sin patio en el Aina Moll

El colegio Aina Moll de Palma ha iniciado el curso sin poder utilizar el patio ni el acceso principal al no haber concluido las obras de mejora.  "Hemos escalonado el patio en tres turnos distintos. Emplearemos el patio de infantil y el gimnasio del centro, nos adaptaremos a las circunstancias actuales" asegura Aina Garcies, directora del centro. La previsión de la conselleria de Educación, según ha informado la propia directora, es que a partir del 15 de octubre pueda estar habilitado, aunque sea parcialmente.

Al no tener el acceso principal habilitado (el que da a la conocida como ‘plaza patines’) todos los alumnos (más de 600) han tenido que entrar por las puertas que hay en las dos calles laterales (Jeroni Antich y Pere Dezcallar i Net), que son mucho más estrechas. "Es un caos tener que tantos niños tengan que entrar por un espacio tan pequeño" admitía un grupo de padres esta mañana. Una falta de patio que también ha sido criticada por parte de los propios alumnos. "Estoy un poco decepcionado porque me parece fatal lo que han hecho con el patio", expresa Sastre.

Por otro lado, el arranque de la etapa 2023-2024 vuelve a estar marcada por los barracones que instalan los centros para solucionar las carencias de espacios para los alumnos. Para este curso hay un total de 156 módulos prefabricados, cuatro más que el curso anterior, para garantizar condiciones adecuadas y servicios mínimos, señaló la conselleria de Educación.